El virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, no debe olvidar las promesas que hizo a trabajadores, pensionados y jubilados del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Al acudir a la llamada “casa de transición” del político tabasqueño, ubicada en la calle de Chihuahua, en la Colonia Roma, un grupo de disidentes del gremio electricista le expresaron su respaldo y le pidieron cumplir su ofrecimiento de apoyo y trabajo para quienes formaron parte de la extinta compañía de Luz y Fuerza.
A sabiendas de que no encontrarían en el lugar a López Obrador, que retornó a sus actividades pero en privado, entregaron un documento con sus peticiones y solicitaron que en otro momento, pueda recibirlos.
Al grito de “Fuera charros del SME” y “SME sin Martín”, los trabajadores electricistas recordaron que en la campaña, López Obrador ofreció trabajo y justicia, y se espera que cumpla ese planteamiento.
Demandaron no permitir que persista la corrupción sindical, pese a los obstáculos que la “oligarquía” insistirá en imponer.
Al aseverar que los electricistas están listos para seguir trabajando, indicaron que quieren, en cuanto él disponga, dialogar directamente sobre la situación laboral y legal de los electricistas, y sobre el pago de sus jubilaciones pendientes.
Disidentes del SME, trabajadores jubilados e integrantes de la extinta Ruta 100, acuden a la “casa de transición” de @lopezobrador_ ; le piden cumplir sus promesas a los trabajadores y no olvidar que ofreció trabajo a los electricistas pic.twitter.com/m7Rtdpuq6w
— Noticias MVS (@NoticiasMVS) 20 de julio de 2018
“Queremos, en cuanto usted lo disponga, iniciar un intercambio de ideas y propuestas para concretar el trabajo, al mismo tiempo que dialogar sobre las condiciones bajo las cuales se pueda alcanzar una jubilación digna para quienes puedan obtener este derecho, incluidos los trabajadores que perciben actualmente la llamada renta vitalicia. Usted nos dijo: por el bien de México, primero los pobres”, le recordaron.
Acompañados por integrantes de la extinta Ruta 100, los trabajadores acusaron corrupción de sus dirigentes, en el caso del SME, de Martín Esparza; y de Ruta 100, de quien fuera su representante, Ricardo Barco.
Afirmaron que en el caso de Esparza Flores, él acordó con el Gobierno de Felipe Calderón permanecer en el encargo, enriquecerse a costa de los electricistas, beneficiar a sus familiares y finalmente, extinguir Luz y Fuerza.