A cinco meses del sismos del 19 de septiembre del 2017, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Campus Ciudad de México, inició la demolición manual de 11 edificios que resultaron afectados con el sismo de 7.1 grados de magnitud que cobró la vida de cinco de sus estudiantes.
“En las próximas semanas, empezará a desaparecer físicamente este lugar que tanto queremos; será con dignidad, paulatinamente y con mucho respeto para los vecinos y para el entorno ecológico del campus, poco a poco irá desapareciendo.
De forma simultánea, empezarán a ver surgir el nuevo campus, especialmente en el costado norte del casco principal del campus, empezarán a ver la construcción de los edificios, empezarán a verlos como se adentra en el nuevo terreno de Legorreta. Esperamos empezar la construcción este verano (2018) y que esté funcional el nuevo campus para el semestre de agosto a diciembre del 2019″, confió el vicepresidente de los Campus del Tec de Monterrey, Alfonso Pompa.
Esta noche, se colocó una placa conmemorativa y se rindió un minuto de aplausos por los cinco muchachos ausentes; los aplausos también reconocieron a los 8 mil alumnos que sobrevivieron al colapso de su escuela. La comunidad enterró una cápsula del tiempo que será abierta en el 2022.
Esta es “la despedida de un gigante”, dijo el ingeniero Pompa, al recordar que “el 19 de septiembre, se probó la grandeza del campus Ciudad de México.
“Por un tiempo sentimos que el gigante se derrumbaba; sin duda, ese gigante, ese coloso, estuvo postrado, estuvo caído, estuvo dolido; pero lo más impresionante que sucedió en las próximas semanas fue como cada uno –de los estudiantes, profesores y directivos–, se acercaron a levantar la parte que le correspondía. Toma tiempo levantar a un gigante y toma mucho esfuerzo, mucho compromiso, pero ustedes lo han ido logrando paulatinamente en un tiempo que algún día recordaremos como una hazaña. En primer lugar, por la continuidad académica con la colaboración y el liderazgo de nuestros profesores, pero sobretodo, por el entusiasmo de nuestros alumnos”, resaltó el directivo del Tec de Monterrey.
A dos meses de los sismos, los campus provisionales ya estaban funcionando; hoy, “podemos decir que el gigante está levantándose con entusiasmo para seguir hacia el futuro”, insistió en su metáfora hacia el campus que comenzará a ser demolido.
“Hoy por hoy tenemos un campus trabajando, por sus más de 40,000 egresados, pero por todos los jóvenes, los 8 mil que estuvieron en el momento de la tragedia y que han vivido esta experiencia que seguro la atesorarán en su vida como una de las mejores enseñanzas. No escogemos las tragedias que nos pasan, pero si escogemos cómo respondemos y en esta ocasión, todos respondimos, sin duda, a favor del campus Ciudad de México”, añadió.
El 19 de septiembre del 2017 “lo van a recordar como una de las etapas de su historia, probablemente de las más duras, pero de las que se sentirán orgullosos. Esta es una historia que vale la pena ser contada tiene episodios de gran dificultad, de gran adversidad, de la que no sobreponemos y algún día platicaremos con gran orgullo todo lo que ahí paso y todo lo que hicimos”, finalizó el Vicepresidente de los Campus del Tec.