El estadio Jesús Martínez “Palillo” dejará de funcionar, a partir de este lunes, como albergue para los migrantes centroamericanos que conforman caravanas que van hacia Estados Unidos, confirmó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez Hernández.
Entrevistada en ese punto, a donde acudió para testificar el traslado de 650 personas, explicó que el estadio volverá a su vocación y los migrantes serán llevados a un local cerrado.
Dijo que este lunes salieron los últimos 650 integrantes de la tercera caravana, 80 por ciento de los cuales son salvadoreños, luego de que en la víspera el grupo se dividió.
Estas personas fueron trasladadas en 20 autobuses a la Casa del Peregrino, se trata de 85 niños, 250 mujeres y el resto hombres, bajo la supervisión del sacerdote Alejandro Solalinde.
En esta instalación contarán con alimentación, salud y otros servicios, sobre todo para los niños; será el sacerdote Solalinde quien se encargará de ellos; estarán allí hasta el viernes, para después ser distribuidos en parroquias y otras instalaciones de la iglesia.
Y aunque continuará el traslado de migrantes a otros sitios, Ramírez Hernández anticipó que, paralelamente, seguirán las repatriaciones voluntarias, como el caso de un autobús que salió el pasado domingo con 30 personas, quienes decidieron solicitar su repatriación asistida.