A las 04:00 horas de esta madrugada, fue encontrado el cuerpo sin vida de Juan Pablo Irigoyen, en los escombros de lo que fue el edificio de Escocia número 4, esquina Gabriel Mancera, en la colonia Del Valle.
Según confirmaron fuentes del Gobierno de la Ciudad de México, el joven de 19 años fue hallado en algún punto entre la planta baja y el primer piso, cuando elementos de la Marina, Ejército, Policía Federal y Bomberos, continuaban removiendo a mano los escombros.
Con el hallazgo de esta persona, suman 23 los cuerpos que se recuperaron en ese derrumbe, además de tres personas que lograron salir con vida y dos mascotas que también fueron recuperadas vivas.
De esta forma, concluye en este punto la búsqueda de personas, pues se agotó ya la lista de quienes los familiares y amigos señalaban que se encontraban dentro del edificio al momento del sismo.
El cuerpo de Juan Pablo Irigoyen, de 19 años de edad, ya fue entregado a los familiares para los servicios fúnebres correspondientes.
Con esto, ya se procedió a la entrada de maquinaria pesada para remover los restos de la planta baja del edificio, si bien sigue en riesgo el inmueble aledaño que también sufrió severos daños, así como el de enfrente (Gabriel Mancera 741), que presenta grave daño estructural.
Familiares y amigos de Juan Pablo, se mantuvieron firmes desde el primer día exigiendo a las autoridades que no entrara la maquinaria pesada, debido a que sabían que él se encontraba atrapado, pues todavía se mantuvo en comunicación vía celular por varias horas, hasta que se agotó la batería.
Durante la jornada de este martes, se presentó un sacerdote marista que había sido profesor de Juan Pablo en el Centro Universitario México (CUM), institución ubicada a unas cuadras del lugar, para brindar asistencia espiritual a la familia.
Este derrumbe, junto con el de Escocia y Edimburgo y el de Ferrol y Eugenia, fueron los tres que se presentaron en la misma zona y donde se organizó una enorme multitud de voluntarios (llegó a haber hasta tres mil), para tratar de rescatar a las personas.
Debido a los riesgos que implicaban las operaciones, a partir del martes la Secretaría de Marina se hizo cargo de la operación de rescate y se impidió el paso de civiles a la “zona cero”, con excepción de los familiares, a quienes se atendió en todo momento en un Verificentro habilitado como cuartel general.
De esta forma, concluyó ya la labor de rescate en este punto.