La especialista en comportamiento canino de Protección y Rescate Animal, Carolina Jiménez, afirmó que es imposible que los binomios caninos que apoyan en los derrumbes del sismo del pasado 19 de septiembre sean sometidos a trabajos excesivos, pues de ser así los caninos empezarían emitir información falsa.
La entrenadora, quien fuera formadora de Unidades Canófilas Operativas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desmintió versiones que afirman que los perros rescatistas puedan ser sometidos a largas jornadas de trabajo, pues de ellos depende la localización de vida entre los escombros y un mal señalamiento significaría movilización de recursos materiales y humanos en falso.
Destacó que si bien los binomios caninos realizan el 80 por ciento del trabajo cuando entran a la zona a revisar con su entrenador; estos son relevados cada cierto tiempo para evitar su agotamiento.
En estos trabajos “el perro es el que hace el 80 por ciento del trabajo. Nosotros -entrenadores- y nuestra vida depende de él. Entonces, no podemos obligarlo a seguir trabajando, porque simple y sencillamente ya no se realiza el trabajo adecuadamente y de nada serviría”.
Resaltó que lo que necesitan los perros de búsqueda y rescate es una alimentación adecuada con croquetas de alta proteína y evitar ser desgastados en exceso para que funcionen al cien por ciento y “puedan entrar a localizar a las víctimas”.
La especialista declaró que cuando un perro de rescate entra a trabajar, toda su mente y olfato está ocupado en localizar a la víctima. Por lo tanto, son solo unos minutos los que entra en al zona de derrumbe, hacen la búsqueda, salen y entra una segunda unidad canófila a corroborar los lugares que marcó el primero y sale.
Entonces, “definitivamente, es imposible que un entrenador pueda hacer trabajar a su perro 48 horas seguidas”.
Ello, agregó, debido a que el 80 por ciento del trabajo de detección de vida la hace el perro y el manejador sólo lo sigue. “El perro es el que decide a donde ir y oler, así como el lugar que va a marcar para avisar que hay alguien ahí”.
Si al perro se le obliga a trabajar al límite, lo que va a pasar es que “va a empezar a marcar en falso. Eso es algo que nosotros como manejadores no nos podemos dar el lujo de hacer, porque el trabajo ya no tiene ningún sentido”.
Además de que un marcaje en falso implicaría movilización de gente, movilización material y demás que no se puede permitir.
Por ello, “la seguridad y el bienestar del perro está por encima de cualquier otra cosa”.
Respecto al trato de los caninos que colaboran en el rescate de víctimas en México, dijo que si bien su labor está por terminar, es importante hacer un llamado a la población para el envío de croquetas de alta proteína para alimentar a esos “héroes de cuatro patas”.
Refirió que para que el donador se asegure que la ayuda llegue a los binomios caninos, puede asistir a las zonas en donde continúan los trabajos de rescate y dar las bolsas de croquetas de alta proteína en propia mano de los rescatistas con la leyenda de que se trata de una donación para los perros.
También se puede enviar el alimento a través de los centros de acopio, con la misma leyenda.