Luego de movimiento telúrico de magnitud 6.1 de este sábado, se reanudaron los trabajos de rescate en los derrumbes de Gabriel Mancera casi esquina con Concepción Béistegui y de Escocia, muy cerca uno del otro.
Sin embargo falta equipo. En la madrugada, a través de redes sociales los ciudadanos encargados de organizar el acopio y reclutamiento señalaban que faltaban manos.
La gente respondió, para el medio día, una fila creciente de hombres y mujeres espera sobre la calle Heriberto Frías para registrarse, ahora faltan cascos, guantes, chalecos, cubrebocas rígidos además de electrolitos.
Los trabajos de rescate en esta zona están a cargo de las Fuerzas Armadas, quienes después del temblor de la mañana dieron la orden de detener los trabajos. Pasado el susto se introdujeron en las zonas de trabajo para verficar si había riesgo.
Casi una hora después salieron para avisar que todo estaba en orden. Los voluntarios que consiguen equipo y se someten a un pequeño chequeo médico entran en grupos de 10.
Cada dos horas se van rotando. El acceso a dichos puntos es por avenida Eugenia, esquina con Mancera frente al Soriana, aquí ya equipados se les pide tener los brazos descubiertos done se les escribe su nombre, y se les vacuna contra el tétanos.
Les dan indicaciones: mano arriba significa silencio, se debe apagar el celular y está prohibido tomar fotos, quien sea sorprendido se le expulsará.
Los policías de la Ciudad de México cuidan el paso, separan las vallas o suben y bajan una cuerda para controlar el acceso lo mismo de camiones con escombro que de voluntarios y carretillas.
De las vallas para dentro se escuchan las máquinas, los marinos y soldados cargan vigas de madera hacia el siniestro de Gabriel Mancera donde se cree todavìa hay cuerpos y posiblemente alguno con vida.
En la calle de Escocia ya se remueven escombros. Algunos soldados toman un descanso en los vehículos fuera de las vallas, están aquí desde el martes, aqui duermen y comen pero sobretodo trabajan.
De vez en vez algún coordinador sale de la valla para interrogar a los voluntarios que hacen fila, ¿hay algún carpintero?, ¿hay algún herrero?, ¿hay algún médico?, pero casi todos son estudiantes.