En medio de un ambiente de constante actividad y tensión, se incrementaron las medidas de seguridad y continúan las labores para rescatar los niños que pudieran seguir bajo los escombros del Colegio Enrique Rébsamen.
Al lugar comenzaron a llegar camiones de carga del Ejército y de construcción para retirar el escombro que ha sido extraído del lugar, aunque con mayor precaución debido a que el edificio que se encuentra en la esquina de Escalera y División del Norte comenzó a debilitarse.
De acuerdo con el comentario de peritos y de gente que trabaja en el lugar, la banqueta que rodea al edificio de color café comenzó a hundirse y el edificio que muestra importantes fracturas empezó a asentarse, por lo que de inmediato se procedió a su acordonamiento.
Ante el temor de que el edificio pudiera caer en cualquier momento, se cerró incluso el carril que corre de norte a sur sobre División del Norte, por lo que todo el movimiento de vehículos y gente se realiza por el carril con dirección al norte.
Visiblemente cansados aunque con el mismo entusiasmo los voluntarios permanecen laborando, entregando comida y agua a los trabajadores que se toman un descanso mientras llegan las brigadas de relevo para continuar con el apoyo.
Por un instante se vuelven a levantar los puños y la gente guarda silencio. Esta vez el silencio dura más de lo que se había estado produciendo por lo que la esperanza de estar más cerca de rescatar una vida se vuelve a avivar.
Sin embargo, entre los familiares que se encuentran en el lugar comentan que la información que les llegan a proporcionar es confusa, ya que mientras por un lado se comenta que ya no hay más niños, por el otro se asegura que todavía existen niños abajo.
En entrevista el joven voluntario Dorian Riva explicó que fue llamado para asistir como traductor a la brigada de alemanes que trabajaba en el lugar, sin embargo, por lo que pudo apreciar, la brigada se retiró de momento y no ha vuelto por lo que él sigue a la espera.
En ese sentido explicó que al hablar con los oficiales que resguardan el lugar le comentaron que en efecto existen todavía niños bajo los escombros, aunque conforme avanza el tiempo, la esperanza de rescatarlos con vida disminuye.
De hecho, explicó que la directora del colegio ha tenido que recorrer las casas aledañas para ver si los padres de los niños que pudieran estar bajo los escombros se encuentran cerca, ya que hasta el momento “nadie se ha acercado para identificarse como un padre cuyo hijo se encuentre atrapado”.
De igual forma, la señora Alejandra Delgado Prieto, madre de una de las alumnas del Colegio Enrique Rebsamen, pero de nivel secundaria y cuyo edificio no resultó afectado, explicó que de momento no existe información certera de lo que está aconteciendo en la labor de rescate.
Explicó que la única información con la que cuentan es con la del Grupo de WhattsApp que se formó con los padres de familia del colegio y a través del cual les han estado avisando cómo van las labores de rescate.
Expuso que hasta el momento no han sido convocados para ser notificados “de viva voz” sobre el rescate de más niños o si se esté hablando con algún menor que todavía responda.
Por lo pronto, la recomendación es guardar prudencia de todo lo que salga en las redes con respecto al tema específico del colegio Enrique Rébsamen, ya que no toda la información es precisa.