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Frente a Palacio Nacional, en plena Plaza de la Constitución, ambientalistas e integrantes del Fondo Mundial para Naturaleza, (WWF por sus siglas en inglés) reclamaron acciones contundentes para salvar a la Vaquita Marina dado que solo sobreviven una treintena de la especie en el Alto Golfo de California.
A propósito del Día Internacional de la Vaquita Marina, los ambientalistas colocaron 3 decenas de vaquitas marinas en la entrada principal del Palacio Nacional, en una representación de la cantidad de ejemplares que han logrado sobrevivir pese a la caza ilegal del pez totoaba con métodos que ha sacrificado a la cetáceo en el alto golfo de California.
Las acciones hechas por el gobierno de México para salvar y preservar esta especie endémica del país, como lo fue el más reciente decreto para prohibir el uso de las redes de enmalle, consideradas como la única amenaza humana que la vaquita enfrenta.
Jorge Rickards, en nombre de las más de 220 mil personas de todo el mundo que se unieron a WWF para conservar el mamífero marino en mayor riesgo de extinción, consideró positiva la prohibición permanente del uso de redes de enmalle en el Alto Golfo de California, la principal causa de mortandad de la vaquita.
Sin embargo, dijo Rickards, es necesario que se haga efectiva la prohibición para usar redes de enmalle en el hábitat de la vaquita, mediante un programa de vigilancia eficiente.
También pidió la autorización del uso inmediato de técnicas alternativas de pesca ya existentes para que las comunidades locales puedan pescar en forma sustentable, a la vez que se desarrollan nuevas técnicas de pesca.
Y que se termine con el tráfico ilegal del pez totoaba a Estados Unidos y China.
Rickards aseguró que ambientalistas de más de 140 naciones se han sumado a la defensa de la Vaquita Marina.
“Desde el corazón de México, el Zócalo, entregamos a José Luis Funes, Director General de Vida del Gobierno Federal,Luis Funes, una copia de todas las firmas reunidas hasta ahora, para que por su conducto las haga llegar al Presidente. Mientras la población de vaquita siga en peligro nuestras voces se seguirán escuchando”.
La Vaquita es una especie única de México, pero también es un patrimonio común de la humanidad. Debemos y tenemos la responsabilidad de salvarla y demostrarle al mundo y a nosotros mismos, que podemos conservar esta y muchas otras especies, protegiendo así la rica biodiversidad de nuestro país y de nuestro planeta, concluyó Rickards.