Poco después de las 19:30 horas, una centena de personas portando cruces rosas y una manta que reza “todas somos Lesvy”, inició su camino de la Torre de Rectoría a la cabina telefónica donde fue hallada sin vida la joven.
“Lesvy no ha muerto, Lesvy somos todas”, proclamaban las universitarias al marchar.
“Hay un clima de violencia contra las mujeres del país, en especial las que protestan; creemos que es insuficiente lo que han hecho en la rectoría y las autoridades para indagar el caso”, mencionan las mujeres.
Aunque la marcha es para acompañar y exigir justicia para Lesvy, hay decenas de mujeres cuya muerte se han quedado en la impunidad.
“Demandamos una comisión independiente y no un grupo de expertas de género; no estamos de acuerdo, creemos que toda la comunidad debe participar y estar abierta a los familiares, defensores y activistas”, dijeron las chicas mientras avanzaban en camino al Instituto de Ingeniería, cruzando las llamadas Islas, la Torre de Humanidades y la explanada que comparten las facultades de Medicina y Química para llegar al sitio.
Actualmente se realiza un ritual de purificación con cantos y rezos indígenas en torno a la cabina mientras los padres de Lesvy son bañados con humo de copal quemado. Quienes han traído veladoras las encienden en círculo en torno al sitio donde fue hallado el cuerpo de la joven Lesvy.
“Está señorita ya cruzó al umbral del Mictlan”, dijo el sacerdote que encabeza la ceremonia en medio de un profundo silencio, pese a estar rodeados por más de cien almas que llegaron en marcha.