En lo que van del 2017, la capital del país ha asistido a mil 781 migrantes directamente en la sede de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) y a través de la Línea Migrante.
Sobresalen en número las mujeres atendidas (811) y familias enteras de migrantes, a quienes se les proporcionó información sobre regularización migratoria, credencialización y orientación sobre los diversos programas que tiene la Ciudad de México.
En la capital del país, las mujeres migrantes o familiares de migrantes tienen garantizado su derecho a las mismas oportunidades de empleo, desarrollo personal y acceso a servicios y programas que brinda el Gobierno capitalino desde la Sederec.
Rubén Fuentes, director de Atención a Huéspedes, Migrantes y sus Familias de la Sederec, subrayó que la atención a la población migrante que retorna, transita o decide quedarse a vivir en la Ciudad de México “es prioritaria, a fin de garantizar sus derechos humanos y darle un trato con igualdad.
La Ciudad de México tiene la “vocación” de ser “una capital hospitalaria”. Para la administración de Miguel Ángel Mancera, hay una convicción de que la movilidad humana es un derecho, por lo que se protege y garantiza su ejercicio, como lo establece la Ley de Interculturalidad, Atención a Migrantes y Movilidad Humana.
Los migrantes cruzan México bajo un “alto riesgo de ver vulnerados sus derechos y dignidad, ya que se les suele negar el acceso a sus derechos fundamentales como a la alimentación, salud y a la identidad”.