La Asamblea Legislativa aprobó la comparecencia ante este órgano del secretario de Protección Civil, Fausto Lugo; al director del Instituto de Verificación Administrativa, Meyer Klip Gálvez; y la delegada en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, “para aclarar la información sobre el colegio Enrique Rébsamen, los antecedentes, condiciones y circunstancias en que operaba“, con el objetivo de llegar a la verdad sobre las omisiones que derivaron en el colapso de uno de los edificios durante el sismo del 19 de septiembre.
El punto de acuerdo fue propuesto por el diputado de Movimiento Ciudadano, Armando López Velarde y fue aprobado como “urgente y de obvia resolución”.
López Velarde Campa aseguró que en el caso del Colegio Enrique Rebsamen las autoridades federales, capitalinos y delegacionales se culpan mutuamente de omisiones por no clausurar la escuela privada, pero es un hecho que la dueña no actuó sola y alguien tuvo que darle los permisos de ampliación del inmueble.
“De lo que se deriva que se trata de un conflicto de competencias entre autoridades y que si bien hay presunta responsabilidad de la dueña del colegio, ella no pudo hacerlo sola, hubo y hay instancias públicas, dependencias oficiales que debieron velar por el cumplimiento de la ley y necesariamente saber qué fue lo que provocó la tragedia que cobró tantas vidas y que impactó a la sociedad entera, no sólo de la Ciudad de México sino del mundo. Queremos que haya una rendición de cuentas, que se transparente el resultado de lo que ahí pasó y se deslinden responsabilidades”.
Incluso, señaló que existe desinformación, contradicciones y declaraciones encontradas, en primera instancia el Instituto de Verificación Administrativa señaló que el Colegio operaba con un uso de suelo que no le permitía funcionar como escuela, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda tuvo documentos apócrifos del colegio, por lo que se conminar a los propietarios del inmueble a que regularizaran su situación, pero los dueños se ampararon.
Mientras que la delegación Tlalpan indicó que el Colegio Rébsamen operaba con legalidad, ya que en las constancias del Director Responsable de la Obra constan que el edificio estaba bien y que sí hubo documentos falsos, y que no fue noticiado por el Invea.