La Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México realizó la demolición del edificio ubicado en Concepción Béistegui 1503 ubicado en la Colonia Narvarte y se prepara para hacer lo propio en otros dos inmuebles afectados por el sismo del pasado 19 de septiembre, donde los propietarios han ingresado a rescatar documentos de valor.
El titular de la SOBSE, Edgar Tungüí Rodríguez, destacó que las actividades se realizaron en un plazo menor al previsto, pues la ubicación del inmueble permitió el ingreso de maquinaria y facilitó las maniobras durante el proceso.
Inicialmente se esperaba que el proceso de demolición se iniciara en tres semanas, sin embargo se redujo a 12 días debido a que la estructura colapsado se encontraba en una esquina, había espacio para las maniobras y se pudo ingresar la maquinaria.
Destacó que en un primer momento, 48 horas después de ocurrido el sismo, personal de la dependencia retiró la estructura más dañada ya que únicamente era sostenida por el acero de refuerzo y generaba alto riesgo a las personas.
Posteriormente se realizaron estudios topográficos de la estructura y las edificaciones contiguas; y se diseñó un proyecto que permitiera llevar a cabo el derrumbe controlado con todas las medidas de seguridad. De manera preliminar a las actividades propias de demolición se suspendieron los suministros de gas, energía eléctrica y se retiró la infraestructura de fibra óptica.
Al eliminar riesgos externos, las cuadrillas quitaron cancelería y cristalería para que los propietarios junto al personal de las Secretarías de Gobierno y Protección Civil ingresaran al inmueble para extraer objetos o documentos.
Respecto a esto, explicó que las escaleras del lugar colapsaron, por lo que los propietarios fueron ingresados en canastillas con las medidas de seguridad necesarias y acompañados por expertos, mientras recuperaban documentos y cosas pequeñas de valor para ellos.
Al concluir la fase de extracción de pertenencias, el equipo de trabajo demolió de manera manual (con marro y cincel) las dos plantas superiores del edificio, pues por las condiciones era imposible el ingreso con maquinaria; al finalizar esta fase, y ya con mayor espacio, se ingresó con una retroexcavadora de brazo largo para concluir el derribo de la estructura restante.
Todo el residuo sólido resultado de la demolición fue enviado a uno de los 21 tiraderos autorizados por la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA). Actualmente el predio está limpio, se colocó un tapial para seguridad del mismo, se verificaron las condiciones de los edificios contiguos y se reabrieron a la circulación las vialidades aledañas.
El titular de la SOBSE informó que el costo de demolición corrió a cargo del Gobierno de la CDMX y señaló que en breve se reunirán con los vecinos para definir la ruta a seguir con el predio.
La SOBSE informa que todos los inmuebles previstos para demolición contarán con un proyecto específico de actividades y un periodo variable para llevarlas a cabo, pues se tomará en cuenta la condición de la edificación y construcciones contiguas, ubicación y tamaño.
Además, previo al inicio de los trabajos, el Comité de Emergencias entregará a la dependencia el expediente completo de cada uno de los inmuebles con el que se solventan todos los procedimientos administrativos y jurídicos.
De manera paralela, la SOBSE trabaja en la demolición del edificio de Coquimbo 911 en la delegación Gustavo A. Madero, en el que ya concluyeron los estudios topográficos; en Génova 33, en la delegación Cuauhtémoc, sitio en el que ya terminaron las actividades referentes a extracción de propiedades; y se ha desmantelado 70 por ciento de la losa que conformaba un helipuerto dentro del inmueble localizado en Nuevo León 238, en la delegación Cuauhtémoc.