Este martes 30 de septiembre se reportó un temblor en México, dejando a varias personas sorprendidas y a otras casi sin sentir nada. El Servicio Sismológico Nacional (SSN) publicó la información oficial para que la población esté al tanto de la actividad sísmica, incluyendo la hora exacta y la magnitud del movimiento.
Aunque muchos residentes apenas percibieron el temblor, contar con la información oficial es importante para monitorear la frecuencia y fuerza de los sismos en el país. Gracias a los reportes del SSN, se puede seguir de cerca la actividad sísmica y mantener una cultura de prevención, especialmente en zonas donde los movimientos telúricos son más frecuentes.
Detalles del sismo último sismo en México
El sismo registrado este martes 30 de septiembre tuvo lugar a las 08:30 horas, con una magnitud de 4.0. Fue un movimiento moderado, suficiente para que algunas personas lo percibieran mientras otras apenas lo notaron, dependiendo de su cercanía al epicentro y la estructura de los edificios donde se encontraban.
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El epicentro se localizó a 66 kilómetros al suroeste de Coyuca de Benítez, Guerrero, con coordenadas aproximadas de 16.533° de latitud y -100.459° de longitud. Esta zona se encuentra dentro de una región que históricamente ha registrado actividad sísmica, aunque los movimientos de esta intensidad suelen ser moderados y no generar daños mayores.
La profundidad del temblor se calculó en 9 kilómetros bajo la superficie, lo que indica que se trató de un sismo relativamente superficial. Este tipo de temblores tiende a sentirse con mayor intensidad en las áreas cercanas al epicentro, aunque no representa un riesgo alto para estructuras sólidas.
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Autoridades y el Servicio Sismológico Nacional recomiendan mantenerse atentos a las alertas y reportes oficiales. Aunque este temblor no generó afectaciones importantes, siempre es prudente estar preparados y contar con un plan de emergencia en caso de movimientos más fuertes en la región.
¿Pueden volver a temblar en la misma zona?
Después de un sismo fuerte, la tierra sigue “acomodándose”, y eso puede provocar que se sientan otros movimientos, más suaves, llamados réplicas. Aunque no sean tan intensos como el temblor principal, pueden hacernos recordar que la actividad sísmica sigue ahí.
Estas réplicas no tienen horario fijo: a veces se sienten minutos después, otras horas más tarde, o incluso días después. Todo depende de cómo la corteza terrestre vaya liberando la tensión acumulada, así que que vuelva a temblar en la misma zona no es raro.
Aunque la idea de que se mueva otra vez pueda preocupar, la mayoría son leves y no suelen causar daños. Lo mejor es mantener la calma, seguir los avisos oficiales y tener un plan sencillo para saber qué hacer si se perciben nuevos temblores.