El testamento es un documento legal que permite a una persona establecer cómo se repartirán sus bienes tras su fallecimiento, designar herederos y nombrar un albacea, encargado de cumplir con su última voluntad.
Este proceso evita juicios intestamentarios, gastos adicionales y posibles conflictos entre familiares o personas cercanas que reclamen derechos sobre la herencia.
Al contar con testamento, los herederos acuden a la notaría o a la vía judicial, se abre el documento, se reconoce al albacea elegido por el testador y se procede con un inventario de bienes, seguido de la adjudicación conforme a la voluntad expresada.
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Sin este instrumento, se inicia un juicio intestamentario donde se declara quiénes son herederos legítimos, siguiendo un orden establecido por la ley.
¿Qué papel desempeña el albacea en un testamento?
El albacea es la persona designada en el testamento para velar por el cumplimiento de la última voluntad del testador. Tras aceptar el cargo, debe presentar el acta de defunción y el documento ante notario, iniciar el trámite sucesorio y garantizar la adjudicación de los bienes a los herederos o legatarios. Además, administra el patrimonio y, en caso de deudas, responde hasta donde alcance el valor de la herencia.
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Su función resulta clave, pues asegura que el patrimonio se distribuya de manera justa y conforme a lo establecido en el testamento. Por ello, el albacea debe ser una persona de confianza y con capacidad para asumir esta responsabilidad.
¿Quiénes pueden otorgar un testamento y cómo elegir herederos?
Dependiendo de la entidad federativa, se puede otorgar testamento desde los 14, 16 o 18 años. No es necesario enlistar todos los bienes, salvo que se desee dejar un legado específico. Además, el testador conserva en vida la plena disposición de su patrimonio y puede modificar el documento cuantas veces lo considere necesario.
Al momento de elegir herederos, se pueden incluir tanto familiares como personas cercanas. En caso de hijos menores o personas incapaces, se recomienda designar un tutor que garantice su cuidado y representación.
El testamento brinda certeza jurídica y, con la figura del albacea, asegura que la última voluntad se cumpla, ofreciendo tranquilidad a los seres queridos.
