La tragedia de dos artistas colombianos asesinados en Ciudad de México (B King y DJ Regio Clown) ha puesto en la mira la relación bilateral entre México y Colombia. La repatriación de los cuerpos, confirmada por autoridades diplomáticas, avanza a través de protocolos consulares. El periodista Hugo Caro, corresponsal de El Espectador en Bogotá, subrayó que este caso refleja tanto la violencia en México como los desafíos de protección a los ciudadanos extranjeros.
Información desde México, incertidumbre en Colombia
“La mayoría de la información, como en el 80% de los casos de colombianos desaparecidos en México, nos llega desde allá, porque incluso los canales oficiales son un poco difíciles para acceder”, señaló Hugo Caro en entrevista con Manuel López San Martín.
El comunicador precisó que la última vez que se tuvo contacto con los artistas fue el 14 de septiembre, cuando salieron de un gimnasio en la colonia Polanco, en Ciudad de México. “La familia se ha pronunciado, y lo último que saben es que estaban en ese gimnasio. Desde ahí nadie volvió a tener noticias de ellos”, agregó.
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Repatriación: un proceso diplomático
El hallazgo de los cuerpos, en condiciones aún no esclarecidas, abrió el camino a un proceso diplomático que involucra al consulado colombiano en México y a la embajada encabezada por Fernando García, exdirector del Instituto de Migración en Colombia y funcionario cercano al presidente Gustavo Petro.
“Lo lógico sería que se haga a través del consulado en Ciudad de México. Yo creo que muy pronto se comience a hacer el proceso de repatriación hacia Bogotá, y de ahí a las ciudades de origen de los artistas”, explicó Caro.
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El caso ha tenido alta repercusión política: el propio presidente Gustavo Petro habló del tema y pidió la intervención de Claudia Sheinbaum, presidenta de México.
Cooperación entre gobiernos y cifras preocupantes
Para Hugo Caro, la afinidad entre los gobiernos de Petro y Sheinbaum puede acelerar los trámites. “Ya había cooperación desde el sexenio de López Obrador, pero ahora, con la cercanía personal de ambos presidentes, se ha hecho más fácil coordinar”, aseguró.
Sin embargo, el contexto es alarmante. Según datos del consulado colombiano en Ciudad de México, en 2024 se reportaron alrededor de 90 colombianos desaparecidos en México. ONGs han documentado hasta 400 casos desde 2020, lo que refleja la magnitud del problema.
“La crudeza de estas cifras habla del reto enorme que significa el crimen organizado en la región, más allá de México, en toda América Latina”, apuntó el periodista.
La repatriación de los cuerpos de los artistas colombianos será un acto diplomático marcado por la cooperación entre México y Colombia. Pero el caso también deja en evidencia la vulnerabilidad de cientos de ciudadanos extranjeros ante la violencia criminal en México y la necesidad de reforzar mecanismos binacionales de protección.