La bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados, anunció que sus integrantes asignados a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión no acudirán a la sesión extraordinaria de ese organismo parlamentario, convocada por el presidente del Senado, Gerardo Fernández.
En una comunicación oficial, los panistas en San Lázaro calificaron como “ilegal” la convocatoria señalada.
En respaldo a su negativa a presentarse en la sesión referida, subrayaron que los trabajos de la Permanente se cerraron este miércoles 27 de agosto.
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Los diputados federales indicaron que los senadores panistas tampoco asistirán.
Ello, debidos que los temas que se pretende discutir “no forman parte de las atribuciones expresamente conferidas en la Constitución”, esto, en referencia a los amagos con someter a desafuero a legisladores federales del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
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“No asistiremos a la sesión convocada unilateralmente de manera irregular y exhortamos a dejar de utilizar la Comisión Permanente como instrumento de revancha para atraer reflectores”, atajaron.
Autoritarismo en el Senado
En un documento de cuatro puntos, los legisladores federales del blanquiazul recalcaron que la Comisión Permanente vivió un “ciclo” que se caracterizó por el “autoritarismo” del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y quienes éste designó como titulares de los órganos de gobierno.
El presidente saliente del Senado ejerció el puesto con autoritarismo, cerrazón y falta de voluntad para llegar a acuerdos, lo que debilitó el papel de la Permanente como un espacio de representación plural y deliberación democrática.
Noroña “es corresponsable de lo ocurrido en la sesión del miércoles, al llevar una conducción parcial y provocadora. Por ello debe asumir su responsabilidad en los hechos que vulneraron el orden parlamentario”, expresaron.
Asimismo, los diputados federales panistas manifestaron respaldo a la senadora Lilly Téllez y al vicecoordinador en la Cámara, Federico Döring, que recibieron agresiones verbales, ofensas, amenazas, señalamientos prepotentes y “absolutamente fuera de lugar” por parte del presidente del Senado.