La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció este miércoles el inicio de una campaña nacional orientada a disminuir el consumo de refrescos en el país, al advertir que estas bebidas azucaradas representan un factor determinante en el crecimiento de enfermedades, pero, ¿habrá restricciones en México? Aquí te contamos.
Durante su mensaje en Palacio Nacional, la mandataria destacó que el sistema de salud enfrenta un costo cada vez más alto por atender padecimientos vinculados directamente con la dieta y los hábitos de consumo de la población. “En cada litro de refresco hay entre 12 y 15 cucharadas de azúcar, una cantidad que supera con creces las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, señaló.
Sheinbaum subrayó que en México el refresco se ha convertido en parte de la vida cotidiana, especialmente durante las comidas, pero advirtió que existen alternativas menos dañinas: “Es un hábito y una costumbre tener un refresco en la mesa, pero puede sustituirse por agua fresca o bebidas naturales que no afecten la salud”.
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¿Cuál es la estrategia de prevención desde la niñez?
La campaña forma parte del plan nacional de prevención en salud impulsado por el actual gobierno, con énfasis en la modificación de hábitos desde etapas tempranas. México ocupa los primeros lugares a nivel mundial tanto en obesidad como en consumo per cápita de refrescos, lo que ha generado alertas entre especialistas y organismos internacionales.
De acuerdo con datos oficiales, el consumo de refrescos en el país alcanza niveles que duplican el promedio global, un escenario que ha sido señalado como una de las principales causas del aumento de enfermedades crónicas en las últimas décadas.
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El gobierno federal adelantó que, como parte de la estrategia, se buscará eliminar progresivamente el consumo de estas bebidas en las escuelas, con el propósito de que niñas y niños tengan acceso preferente a agua simple o infusiones naturales.
¿Se prohibirán los refrescos en México?
La presidenta fue enfática al responder la pregunta que muchos consumidores se plantean: no habrá prohibición a la venta de refrescos. “Nuestra visión es clara: no se trata de prohibir, sino de promover otras opciones”, expresó Sheinbaum, al reiterar que la campaña se centrará en orientar a la población hacia elecciones más saludables.
El planteamiento refleja una postura ya conocida en otros temas de la mandataria, quien ha insistido en que la clave está en la educación, la prevención y la promoción de alternativas, más que en imponer medidas coercitivas.
Con este esfuerzo, la administración de Claudia Sheinbaum al reducir el cosnumo de los refrescos, pretende sentar las bases de una nueva cultura alimentaria en el país, en la que el agua y las bebidas naturales sean las protagonistas en lugar de los refrescos.
