La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) externó su preocupación por las condiciones que enfrentan los médicos residentes, quienes durante su formación y entrenamiento sufren de maltratos que son considerados normales o necesarios.
En un pronunciamiento sobre el tema, el organismo reconoció la necesidad de construir un modelo capaz de responder mejor a la enorme demanda de servicios de salud.
Sin embargo, advirtió que esto no puede hacerse a partir de la explotación y el hostigamiento laboral y sexual hacia los médicos residentes, que constituyen violaciones de sus derechos humanos a una educación de calidad y al trabajo digno en condiciones adecuadas, que incluye el derecho a jornadas laborales no excesivas y a la salud, entre otros.
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Recordó que actualmente 47 mil 767 residentes constituyen la principal fuerza laboral en los hospitales públicos de todo el país. No obstante, según el Observatorio de Educación Médica y Derechos Humanos de la Universidad Veracruzana (OBEME), en el ámbito laboral se enfrentan a eventos de acoso, maltratos, humillaciones, y represalias para quienes los denuncian; prácticas todas estas, amparadas en un modelo que asemeja el esquema de castas jerárquicas que perpetúa la subordinación, el menosprecio a su trabajo académico y de cuidado, y la discriminación.
De igual forma, la CNDH reseñó que esto no es un fenómeno reciente. Precisó que desde al menos el año 2015 ya se conocen pronunciamientos y Puntos de Acuerdo del Congreso de la Unión al respecto.
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“Y hay que recordar que, en 1964, las y los residentes se organizaron para exigir un pago justo y dignidad laboral, y el gobierno de aquél tiempo respondió con represión, despidos masivos y criminalización. Pero hoy, que vivimos otro tiempo y las autoridades han manifestado su empatía con estas causas, es la oportunidad de romper el pacto de silencio y consolidar la dignidad laboral como agenda prioritaria”, indicó.
Por lo mismo, y por la importancia de este tema, la Comisión adelantó que trabaja en un Informe Especial que será dado a conocer en breve.
Por lo pronto, exhortó a los médicos residentes y a la sociedad a romper el pacto de silencio, y erradicar la complicidad frente a estas realidades, sin reproducir mecanismos de violencia que atentan contra la dignidad humana.
La CNDH expresó su reconocimiento a la lucha colectiva de los médicos residentes mediante la que han conquistado derechos y dignidad, por lo que “hoy toca consolidarlos: acompañarles y protegerles es un mandato ético, social y legal”.
El organismo rechazó la formación inhumana que normaliza la explotación y el hostigamiento como disciplina encubierta. “Nadie debería sufrir para ejercer la vocación de sanar”, concluyó.
