La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) enfrenta distintos retos donde los proveedores de bienes y servicios que no quieren cumplir la norma y respetar derechos de los usuarios, buscan “darle la vuelta”.
En reunión con integrantes de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, el titular del organismo, Iván Escalante, dio un par de ejemplos del tipo de anomalías con el que suelen lidiar.
“Diputada” pide ayudar a gasolinera
Al hablar de cómo en distintos establecimientos se busca echar mano de las relaciones públicas con legisladores o políticos del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), para hacer contacto con él o con personal de la Procuraduría y evitar la aplicación de la ley o medidas previstas en la misma ante abusos al consumidor, el funcionario relató el caso de una “diputada”.
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Sin precisar su nombre y sin aclarar si era local o federal y sin hablar de la entidad o localidad donde ocurrió el suceso, indicó que esa persona lo llamó para que le echara la mano con la verificación a una gasolinera de una proveedora conocida.
Indicó que en todos los casos, personalmente y con ayuda de su equipo revisa las circunstancias en cuestión, se cerciora de que las verificaciones se hayan llevado a cabo conforme a la regla y busca tener a la mano la información respectiva para actuar de manera justa y en los términos de la ley.
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“Me buscó hace poco una diputada: ayúdale a una gasolinera que no sé que… no les voy a ayudar, perdón, no”, dijo haber respondido.
De inmediato solicitó a una de sus compañeras mostrar la respectiva acta de verificación.
“Porque la compañera de la gasolinera dijo: no, un abuso y no me notificaron y llegaron de sorpresa y casi casi con pasamontañas y me verificaron y yo soy honesta y no doy, no sé qué, pa, pa, pa”, narró.
“Entonces le escribí a la diputada: pregúntale a la compañera cómo se llama la encargada de su gasolinera. Guadalupe Morales, homónima. Y entonces le saco una foto al acta de verificación que además, mira le dije: sí la recibieron, Guadalupe Morales a tal hora y a tal hora, y aquí está la fotografía de cuando la recibieron. No, eh, eh… o sea, es cómo darle la vuelta”, reiteró.
No ir a establecimientos “tan fifís”: Escalante
En respuesta a planteamientos de los congresistas sobre la publicidad engañosa en los comercios, contó una anécdota más.
Al verificar en un hotel al que calificó como “muy fifí”, dijo que la PROFECO encontró diversos incumplimientos como cobros fuera de contrato y hasta cucarachas en la cocina.
“Nos tocó verificar un hotel fifí, muy fifí: precios en dólares porque fifí, te cobraran la limpieza extra fuera de contrato porque fifí. No tenían a la vista, aparte de que no tenían a la vista los precios cuando pedimos carta de precios, dólares. Literal nos metimos hasta la cocina: cosas echadas a perder, cucarachas en la cocina, fifí. No vayan a lugares tan fifís. Me dice: ¿suspendemos? Y yo, si, suspendemos”, anotó.
Ante la presión de “compañeros del movimiento” de alto nivel, relató que optó por comunicarse directamente con la Presidenta de la República, plantearle la situación y consultar su opinión. Dijo que la Jefa del Ejecutivo Federal le indicó que debía hacer su chamba y se procedió a suspender el establecimiento.
“Y en el transcurso de que estábamos imponiendo los sellos, hasta media hora después me hablaron cuatro compañeros del movimiento, pero cada vez eran de más nivel. Y entonces mi intuición fue: se va a enterar la Presidenta, y le llamé a la Presidenta y le dije: oiga Presidenta, estamos a aquí y me dijo: ¿y por qué?, por esto, esto y esto. Iván, dale es tu chamba”, le habría dicho la mandataria.
Insistió en que la Jefa del Ejecutivo nunca le ha pedido suavizar la aplicación de la ley ni incumplirla en ningún término.
Especificó que la suspensión aplicada al “hotel fifí” duró seis días y la medida terminó a través de un convenio de pago por las infracciones a la ley.
Señaló que cuando hay verdaderas injusticias o abusos contra los proveedores, se estudian los casos, incluso se llevan a cabo reuniones con ellos pero siempre se privilegian los derechos de la colectividad.
Las reuniones señaladas, atajó, no son de “buenaondita”, sino que tienen como fin pedir al prestador del servicio que cumpla la ley.
Reclamo por unas botas
En su presentación inicial, cuando hablaba de los derechos del consumidor, contó la situación que él y su hijo vivieron cuando fueron a comprar unas botas de senderismo a una tienda Liverpool y no querían respetar sus derechos.
“Mi hijo salió de campamento de su escuela y quería comprarse, que yo le comprara unas botas porque iba a hacer senderismo y fuimos a una tienda, él se probó unas y dijo, es que vi en otra tienda otras, quiero ir a ver las otras. Y le gustaron más las de la primera tienda y cuando regresamos no se la querían vender”, expuso.
“Porque le dijeron: pero cómo, no fue tu primera opción. No porque… y entonces yo lo dejé y no dije nada, y entonces mi hijo le dijo: es que yo tengo el derecho a elegir y tengo el derecho a comparar y si no, voy a ir a otro Liverpool y me lo compro en otro Liverpool, él solito”, pormenorizó.
El titular de PROFECO explicó la historia y funcionamiento del organismo a su cargo.
Indicó que actualmente está monitoreando por orden de la Presidenta los precios de las carnes, ante el aumento de las mismas, ello, para tomar medidas al respecto.
Señaló que las verificaciones directas del personal de la Procuraduría son muy útiles, porque permiten constatar si los comercios están respetando al cliente o quieren evadir la norma.
Pidió a los congresistas que antes de modificar la ley de protección al consumidor sean muy cuidadosos, porque la institución tiene suficientes “dientes” que si bien podrían mejorar, no pueden aplicarse cambios legales que no estén bien fundamentados y estudiados
Aclaró que no es posible reducir el plazo de atención a quejas a 72 horas, como le pidieron los congresistas federales, porque es muy complejo y los procedimientos de inicio de quejas, investigación, medidas de conciliación, apertura de expedientes, realización de audiencias se llevan a cabo conforme a tiempos precisos.
Cuestionado sobre el caso de los “chocolates del bienestar” lanzados por la Presidencia de la República como parte de los productos que se venden a la población en las llamadas “Tiendas del Bienestar”, antes conocidas como Tiendas Diconsa, el titular de PROFECO indicó que no se ha recibido queja alguna.
Cuando se le consultó sobre los tres sellos de la Secretaría de Salud por el alto contenido de azúcar en el producto, superior al 30 por ciento incluso en sus presentaciones más pequeñas, el procurador dijo que esas preocupaciones no le corresponde atenderlas a la instancia a su cargo, sino a la Secretaría de Salud federal.
En cuanto al incremento de aranceles de Estados Unidos al jitomate mexicano, anunciado este mismo día, indicó que PROFECO sólo se ocupará de monitorear los precios de ese producto, para verificar que no aumenten de manera desmedida e injustificada.