Los alimentos y gastos en atención médica para mascotas deberían ser considerados en la ley como “gastos personales”, y ser deducibles del Impuesto sobre la Renta (ISR), propuso el integrante de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, Carlos Eduardo Gutiérrez.
El congresista señaló que de aplicar la deducibilidad en esas erogaciones, beneficiaría al contribuyente con un ahorro fiscal de entre mil 500 y 5 mil pesos al año.
Planteó que al momento de calcular el impuesto anual, los contribuyentes podrán hacer deducciones personales por el concepto de alimentos para animales de compañía, exclusivamente perros y gatos, siempre y cuando cuente con los comprobantes fiscales correspondientes.
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Y también, con la condición de que acredite que la tenencia del animal no tiene fines de comercialización, reproducción, exhibición, vigilancia o servicio.
Añadió que los gastos por concepto de atención médica veterinaria preventiva o curativa en exclusiva para perros y gatos, incluyendo consultas, vacunación, medicamentos, tratamientos, cirugías, esterilización deberían ser deducibles.
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Esto, siempre y cuando los servicios sean prestados por profesionales veterinarios con autorización y que emitan los comprobantes fiscales correspondientes.
Cuidado en perros y gatos
El legislador señaló que su planteamiento promoverá un cuidado de las mascotas domésticas más adecuado, garantizando su alimentación y atención médica en caso de ser necesario.
También, incentivará el acceso a servicios veterinarios formales, lo que dará un impulso a la profesionalización de los médicos especializados en esa rama, aunado a que fomentará la erradicación del abandono, la eutanasia innecesaria y la negligencia en el cuidado y manutención de las mascotas.
Asimismo, representa un elemento de justicia fiscal, impulsará la armonización de las leyes secundarias relacionadas con la reforma constitucional en materia de cuidado animal, aunado a que contribuirá al bienestar de millones de animales en el país y un incentivo financiero a las familias que los poseen.
“México puede y debe avanzar hacia un sistema fiscal más humano, que reconozca que el bienestar animal no es accesorio, sino un componente esencial de una sociedad solidaria, empática y justa”, expresó.
