La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como un “resultado importante” la sentencia que les fue dictada en Estados Unidos al ex Secretario de Seguridad, Genaro García Luna y su esposa Linda Cristina Pereyra para que paguen al gobierno mexicano casi 2 mil 500 millones de dólares por participar en un esquema de corrupción y de contrataciones ilegales en los Gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
En Palacio Nacional, la titular refirió que si bien continúa el proceso legal debido a que aún falta el pronunciamiento en contra de las empresas involucradas en el caso, es fundamental que se reconozca que los recursos públicos se utilizaron en beneficio de un privado.
“Y aún cuando siga el procedimiento es un resultado muy importante, porque es un reconocimiento de que en efecto había un modus operandi de esta persona con funcionarios del gobierno de Calderón y de Peña Nieto para utilizar recursos públicos para beneficio privado, entonces es muy importante este resultado”, declaró.
Al respecto, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez, explicó que dichas resoluciones permitirán explicar “cómo se robaba el dinero público, sin el menor temor de que alguna autoridad los fuera a reprimir o a hacer justicia”.
“No debemos desaprovechar esta enorme oportunidad para poder escarbar en la forma de operar de los delincuentes de cuello blanco, llamémoslos así, mencionarlos de alguna manera. Y como se trata de una operación transexenal en que gobernaron dos partidos políticos que finalmente se aliaron, política y electoralmente, entonces es toda una lección para las actuales generaciones y una forma de ver las cosas para las anteriores generaciones que vivieron el estado corrupto en su apogeo”, indicó.
El funcionario explicó que la demanda se presentó debido a contratos fraudulentos en la Policía Federal, el CISEN y prisiones mexicanas, por más de 625 millones de dólares.
El gobierno de México dijo logró recuperar parte de los bienes de los acusados, pero la sentencia estipula que García Luna debe pagar aproximadamente 748.8 millones de dólares y su esposa Pereira 1.740 millones de dólares.
