El Instituto Politécnico Nacional (IPN) representa una apuesta por una modernidad con rostro obrero, acento popular y vocación emancipadora, comentó el secretario de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, al resaltar el Día del Politécnico.
Al fundar el IPN, el general y expresidente de México, Lázaro Cárdenas del Río, no hablaba de la patria como una abstracción, sino como una casa que debía reconstruirse desde sus columnas educativas.
Por ello, dijo, puso énfasis en formar científicos con corazón de pueblo y técnicos con el oído entrenado para escuchar la voz de los de abajo, de aquellas y aquellos a quienes la Revolución aún no hacía justicia, señaló el titular de la SEP, al participar en la inauguración del Congreso Nacional “Necesidad de la Filosofía en el Bachillerato del Siglo XXI”.
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Delgado Carrillo, dijo que Cárdenas entendió a la ciencia como un instrumento “profundamente político, cargado de sentido y capaz de subvertir el orden de dominio colonial, ese que condenaba a millones a la ignorancia, la dependencia o la depredación.
Cárdenas no cayó en la trampa del progreso sin pueblo”, por eso, puntualizó, el expresidente fundó el Instituto Politécnico Nacional, —que este 2025 conmemora su 89 aniversario—, para que el conocimiento dejara de ser un lujo y se convirtiera en una herramienta de soberanía.
“El Politécnico ha sido, hasta ahora, la posibilidad de formar científicos que no se desvinculen de la vida, que no desconozcan al niño que fueron ni al pueblo que los formó; tecnólogos que cuestionen para qué sirve la técnica y a quién beneficia”, finalizó.
