A siete meses de haber tomado posesión como presidenta de México, Claudia Sheinbaum se mantiene con niveles de aprobación que no se habían visto en décadas.
Una encuesta reciente de FactoMétrica, realizada en abril de 2025, muestra que 76 % de los ciudadanos consideran su gestión como “buena” o “muy buena”.
La aceptación ciudadana hacia Claudia Sheinbaum supera incluso la que tuvieron expresidentes desde el periodo de Ernesto Zedillo.
Este respaldo se refleja en varios frentes: seguridad, combate a la pobreza, lucha contra la corrupción y transparencia.
En temas de seguridad, se reporta una disminución del 24.9 % en homicidios dolosos, en comparación con el último año de la administración anterior.
Además, su gobierno canceló la compra consolidada de medicamentos 2025-2026 tras detectar irregularidades, marcando un precedente en acciones contra la corrupción.
Sheinbaum y la economía
En lo económico, se anunció un ambicioso paquete de inversión por 298 mil millones de dólares, que abarca más de mil 900 proyectos en todo el país.
Empresas como Walmart, Netflix y Amazon Web Services han confirmado su participación con inversiones multimillonarias.
Esta estrategia, de acuerdo con el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, busca facilitar el desarrollo mediante la reducción de obstáculos burocráticos.
Visión internacional
A nivel internacional, Claudia Sheinbaum ha representado a México en cumbres de alto nivel como el G20 en Brasil, reuniones en Panamá y la CELAC en Honduras. Su política exterior se ha centrado en el diálogo, especialmente ante las tensiones con el gobierno de Donald Trump, quien ha amenazado con deportaciones masivas y medidas comerciales agresivas.
En el combate a la pobreza, Sheinbaum ha impulsado el “Plan México”, enfocado en fortalecer el mercado interno, generar empleos y garantizar la soberanía alimentaria. Según el Banco Mundial, México es el país de América Latina que más ha logrado reducir la pobreza recientemente.
En resumen, Claudia Sheinbaum se posiciona como una de las presidentas mejor evaluadas no solo por sus decisiones, sino por un estilo de gobierno que combina cercanía, firmeza y una visión estratégica para el país.
