Tras más de 25 años del llamado “rescate bancario” en México, el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) continúa siendo una de las cargas más pesadas para las finanzas públicas del país.
¿Qué es el Fobaproa?
Impulsado por el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, el Fobaproa fue diseñado como un mecanismo para absorber los pasivos de los bancos en crisis, con la promesa de que el costo sería limitado.
Lo que en su momento fue presentado como una medida de emergencia para contener el colapso del sistema financiero tras la crisis de 1994, hoy se ha convertido en un compromiso fiscal que parece no tener fin.
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¿Cuánto ha costado el Fobaproa a los mexicanos de 1995 a 2025?
De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Hacienda, en términos nominales el pago acumulado por intereses asciende a 945 mil 895 millones de pesos. Pero el costo real supera los 2 billones 30 mil millones, una cifra que equivale a una quinta parte del presupuesto federal de este año. Es también 4.5 veces mayor al presupuesto destinado a educación y 30 veces superior al gasto público en salud.
Sin embargo, el paso del tiempo ha demostrado lo contrario, pues tan solo en intereses, el Estado ha pagado más de 2 billones de pesos ajustados a precios de marzo de 2025, lo que representa el 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
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Pese a este gigantesco desembolso, la deuda original del Fobaproa aún no ha sido saldada. Actualmente, el saldo pendiente se sitúa en 1 billón 159 mil 484 millones de pesos. De esta cifra, un billón 127 mil millones corresponden al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), organismo que heredó la administración del Fobaproa, y el resto está vinculado a programas de apoyo a deudores.
Estos montos forman parte del Ramo 34 del Presupuesto de Egresos de la Federación, el cual se destina exclusivamente a cubrir las “Erogaciones para Programas de Apoyo a Ahorradores y Deudores de la Banca”. Para 2025, este rubro recibirá más de 52 mil millones de pesos, una asignación superior a la que recibirán secretarías como Medio Ambiente o Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
En su momento, el entonces presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Eduardo Fernández García, aseguró que el rescate bancario no costaría más del 5 por ciento del PIB. Hoy, solo los intereses ya representan más del 6 por ciento, y si se considera la deuda vigente, el total asciende a 9.4 por ciento del PIB, tomando como base la economía nacional de 2024.
Economistas como Gerardo Esquivel, del Colegio de México, reconocen que el país ha ganado en experiencia desde la creación del Fobaproa, pero subrayan la necesidad de mantener este pasivo bajo escrutinio público.
