ECONOMÍA

Fobaproa: ¿Por qué millones de mexicanos siguen pagando el rescate bancario que inició en los 90?

Aunque el IPAB continúa asegurando los depósitos, la deuda heredada permanece.

En 1999, el Fobaproa fue sustituido por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.
En 1999, el Fobaproa fue sustituido por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.Créditos: EFE / Canva
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A más de 20 años de su creación, el Fobaproa sigue generando polémica. Hoy vuelve al centro del debate tras el choque entre Claudia Sheinbaum y Ernesto Zedillo. ¿Qué fue este mecanismo y por qué aún pesa en México?

El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) fue creado en 1990 bajo el gobierno de Carlos Salinas de Gortari como una medida preventiva: su misión era proteger los ahorros de los mexicanos y brindar estabilidad al sistema bancario en caso de crisis.

Sin embargo, su papel se volvió protagónico durante la fuerte crisis económica de 1994-1995, ya bajo el mandato de Zedillo.

Un rescate costoso que cambió la historia

Durante esa crisis, marcada por la devaluación del peso y la desconfianza financiera, el Fobaproa salió al rescate de los bancos comprando su cartera vencida. Es decir, el gobierno absorbió las deudas incobrables de los bancos, evitando su quiebra y garantizando la operatividad del sistema financiero. La idea era evitar un colapso bancario y una posible corrida de ahorradores.

Sin embargo, esa maniobra tuvo un costo altísimo. Las deudas se convirtieron en pasivos públicos que siguen pagando los contribuyentes mexicanos hasta hoy.

De Fobaproa al IPAB: ¿qué cambió?

En 1999, el Fobaproa fue sustituido por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), con reglas más claras y un marco legal distinto. Aunque el IPAB continúa asegurando los depósitos, la deuda heredada del Fobaproa permanece.

El tema sigue siendo una herida abierta. La falta de transparencia en los beneficiarios del rescate, los posibles actos de corrupción y el hecho de que la ciudadanía asumiera las pérdidas de bancos mal gestionados han alimentado la crítica por años.

El Fobaproa no solo rescató bancos; también marcó a toda una generación de contribuyentes. Y aunque el sistema financiero se salvó, el precio sigue cobrándose mes con mes.