PODER JUDICIAL

Norma Piña: SCJN claudicó a su función de evitar tensiones entre poderes

La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación explicó que su tarea es asegurar que se respeten los derechos y las libertades que la Constitución reconoce a todas las personas.

Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Créditos: Cuartoscuro
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La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández, afirmó que el alto tribunal claudicó a su función de evitar la tensión entre poderes, como sucedió con el tema de la reforma judicial.

Al encabezar el evento conmemorativo por los 200 años de la Corte, la también titular del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) sostuvo que la historia del alto tribunal también puede contarse a partir de la confrontación entre poderes.

Los 200 años de historia de la Suprema Corte pueden también contarse a partir de una inevitable tensión entre los poderes públicos. Así, en algunos casos, a lo largo de su historia, la Corte ha tenido que confrontarse con otros poderes. En otras tantas situaciones, por el contrario y de manera desafortunada, también podría decirse que la Corte decidió claudicar a su función de garante para evitar, precisamente, que aflorara y se desarrollara esa tensión”.

Asimismo, Piña Hernández refirió que si toda Corte Suprema o todo Tribunal Constitucional tiene como mandato defender la Constitución, cumplir esta encomienda implicará tarde o temprano incomodar a los poderes públicos, fácticos, económicos y a todo aquel que pretenda eludir la justicia.

Si la tarea de la Corte es asegurar que se respeten los derechos y las libertades que la Constitución reconoce a todas las personas, entonces debe, invariablemente, procurar que todo poder público se ejerza dentro de los límites y con estricto apego a las reglas que la propia Constitución imponen a todo funcionario público”.

Del mismo modo, señaló que para perseguir el ideal de la justicia, siempre ha sido necesario sortear múltiples y complejos obstáculos diseñados por quienes cómodamente se benefician de una perversa situación de injusticia o de aquellos que piensan que el servicio público no requiere regirse bajo altos estándares éticos, sino que es una patente que los legitima para incumplir las reglas y para abusar del cargo.