A título personal, Monseñor Carlos Enrique Samaniego López, Obispo auxiliar de la arquidiócesis Primada de México, manifestó la conformación de que un rancho de Teuchitlán, Jalisco, operaba como centro de exterminio y reclutamiento forzado desde hace más de tres años por la delincuencia organizada expone “una deshumanización en toda la sociedad".
Cuestionado sobre el tema, Monseñor Samaniego comentó que “muchas veces la extorsión, el secuestro, la desaparición de seres humanos hablan de una deshumanización en la sociedad y es tarea de todos, no llegar a caer tan bajo.
Todos tenemos, dijo, una participación ciudadana; de una manera especial, las autoridades también tienen una vocación y misión especial en colaborar a que no se den estas extorsiones, desapariciones, extorsiones y asesinatos.
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"Hablan de una deshumanización en toda la sociedad; todas las religiones, también los no creyentes, tenemos que colaborar todos en la humanización".
Remarcó que la iglesia no ha abandonado a las madres buscadoras, ni a los familiares de las víctimas de feminicidio en México.
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“Cada mes las está reuniendo Monseñor Francisco Javier Acero para escucharles y también para implementar algunas iniciativas de búsqueda, por ejemplo poniendo buzones en algunas parroquias, buzones anónimos donde se han encontrado algunos datos para rastrear algunos lugares y que encuentren a aquellos que se han desaparecido”, destacó el obispo.