Por presunto lavado de dinero, la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a César Duarte, ex gobernador de Chihuahua de gustos exquisitos y excéntricos, a quien entre todos sus escándalos le incautaron el mismísimo sillón que usó el Papa Francisco en su visita a México en 2016.
Integrante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a César Duarte se le acusa del desvío de millones de pesos del erario público, así como de la utilización de recursos de procedencia ilícita o lavado de dinero, aunque pocos o casi nadie se podía imaginar que sus gustos exquisitos irían todavía más allá al hacerse del sillón del Papa Francisco, el cual, por su puesto, ya le fue incautado, pero del que aquí te traemos la historia.
Desde 2024 le seguían la pista a César Duarte
En cumplimiento de una orden de aprehensión emitida desde mayo de 2024, el 8 de diciembre de aquel año la FGR confirmó la detención de César Duarte como ex gobernador de Chihuahua, luego de que en julio de 2020 fue arrestado en Miami, Florida, y dos años después extraditado a México para enfrentar los señalamientos por presunto peculado y asociación delictuosa.
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Pero sus delitos fueron incluso más allá, pues luego de que el Papa Francisco cerrara su visita a México en el estado del norte, César Duarte aprovechó la oportunidad y se apropió del sillón especialmente realizado para Su Santidad, a pesar de que José Guadalupe Torres Campos, obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez, había anunciado la creación de un museo en honor al Pontífice con los objetos y espacios que utilizó durante su visita.
Así hallaron el asiento del Papa Francisco
Pero todo quedó en una promesa, pues nadie supo dónde quedaron los objetos de la visita del Papa hasta octubre de 2019, cuando las autoridades catearon el rancho El Saucito y en una pequeña capilla ubicada a la orilla de una gran roca que sobresalía de la planicie localizaron el sillón, imágenes religiosas y otros objetos que probaban la devoción a la religión católica del ex mandatario. Todo estaba a la intemperie, pues un hueco en la superficie dejaba entrar poca luz en el espacio cavernoso.
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Estaba protegido solo con una capa de plástico
El sillón blanco era una de las piezas que más destacaban en las 4 mil 300 hectáreas del rancho, pues estaba junto al resto de las sillas protegido solo por una capa de plástico para evitar que se ensuciara con el polvo que entraba al cuarto. En el respaldo aparecía el escudo de El Vaticano, por lo que fue asegurado y se encuentra actualmente bajo disposición de las autoridades junto con otras pertenencias del ex gobernador.
