Michoacán, un estado geográficamente privilegiado y estratégico para el narcotráfico, ha sido escenario de un ciclo de violencia que se extiende por cuatro décadas. A pesar de múltiples planes de seguridad implementados por diversas administraciones, desde Carlos Salinas hasta Enrique Peña Nieto, la pacificación del estado ha sido un fracaso constante.
El periodista e investigador Ricardo Ravelo subraya que la raíz del problema no reside únicamente en los grupos criminales, sino en la profunda colusión entre el crimen organizado y la estructura política, una realidad que impide cualquier solución efectiva.
Michoacán: La crónica de un fracaso anunciado en la lucha contra el crimen organizado
Michoacán, un estado con una belleza natural innegable y una posición geográfica estratégica, se ha convertido en sinónimo de violencia y narcotráfico. Durante al menos cuatro décadas, la región ha estado sumida en un ciclo de inseguridad que parece no tener fin, a pesar de los numerosos esfuerzos gubernamentales por pacificarla.
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El periodista e investigador Ricardo Ravelo, experto en temas de seguridad y narcotráfico, ofrece una perspectiva cruda y realista sobre esta problemática, destacando la ineficacia de los planes implementados hasta la fecha.
Un historial de planes fallidos: de Salinas a Peña Nieto
La historia de Michoacán está marcada por una sucesión de estrategias de seguridad que han terminado en el fracaso. Ravelo recuerda que "ha habido muchos planes para pacificar el estado de Michoacán, para erradicar el crimen organizado, no de ahora". Incluso durante la administración de Carlos Salinas (1988-1994) se implementó un plan de seguridad que, al igual que los posteriores, no logró su cometido.
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El experto señaló que "el último de estos que se aplicó fue con Enrique Peña Nieto con un comisionado incluso para darle seguimiento al tema de seguridad y también fracasó".
Un ejemplo paradigmático de esta ineficacia fue la integración de las autodefensas, una propuesta del general colombiano Óscar Naranjo, asesor de seguridad de Peña Nieto. Sin embargo, estas "terminaron sirviendo al crimen organizado", lo que Ravelo califica como "otro fracaso".
La raíz del problema: corrupción política y la ruta del pacífico
Para Ravelo, la clave para entender la persistencia de la violencia en Michoacán radica en la profunda corrupción política y la importancia estratégica del estado para el narcotráfico. "No hay plan de seguridad que funcione si no va al fondo del problema", afirmó, y ese fondo no son solo los grupos criminales, sino "la estructura política, que es el verdadero crimen organizado no solamente en Michoacán, sino en todo el país".
El periodista mencionó señalamientos contra Alfredo Ramírez Bedoya, actual gobernador, de haber llegado al poder "financiado por el cártel de Sinaloa y otros grupos criminales", acusaciones que datan de 2021 y que, a pesar de estar en la OEA y la Fiscalía General de la República, no han tenido consecuencias. Esta impunidad es, según Ravelo, la razón por la que "el Estado no se va a autoinvestigar a sí mismo ni va a encarcelar a sus miembros del en este caso del Partido Morena que están en el poder".
Michoacán es un punto neurálgico para el crimen organizado debido a su ubicación. "Lo que se disputan es una ruta clave del Pacífico", explica Ravelo. El estado es considerado "la puerta de entrada en la ruta del Pacífico", por donde "arriba mucha droga proveniente de centro y Sudamérica". Esta ruta es fundamental para "16 o 17 grupos criminales más las ramificaciones" que operan en el país, a lo que se suman "las policías que están al servicio de estos grupos".
¿La captura del Mencho como solución?
Ante la posibilidad de que el nuevo plan de seguridad en Michoacán tenga como objetivo la captura de "El Mencho", líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Ravelo se muestra escéptico.
"Si lo capturan, este no va a pasar absolutamente nada, porque el cártel de Jalisco no es el Mencho. El cártel de Jalisco es toda la estructura que está detrás", argumentó. Además, existe la posibilidad de que "El Mencho" ya haya fallecido, según un reporte de la DEA que Ravelo publicó hace un año, información que las autoridades mexicanas no han confirmado ni desmentido.
Ravelo enfatizó que la solución no puede ser a corto plazo. "Debe ser una política permanente y de largo plazo que, insisto, subrayo y puntualizo, si no se encarcelan a los narcoalcaldes, si no se procesan a los políticos, es ningún plan va a ser exitoso en Michoacán”.