La noche del 24 de octubre, un incendio encendió las alarmas en el corazón de la Ciudad de México. El restaurante La Soldadera, uno de los establecimientos más emblemáticos cerca del Monumento a la Revolución, fue escenario de un siniestro que obligó a la evacuación inmediata de 50 comensales, pero, ¿cómo lucía antes? Aquí te contamos.
Aunque el fuego no dejó heridos de gravedad, sí dejó una profunda huella en la historia de un lugar que durante más de tres décadas ha sido un homenaje a la gastronomía y cultura mexicanas.
¿Cómo fue el momento del accidente?
El incidente ocurrió poco antes de la medianoche. Vecinos y transeúntes reportaron las llamas que salían del interior del restaurante ubicado en la colonia Tabacalera, mientras elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) arribaban para controlar la situación. En cuestión de minutos, los comensales fueron desalojados y las llamas, que amenazaban con extenderse a otros locales, fueron sofocadas.
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A la mañana siguiente, entre el olor a humo y los daños visibles en la fachada, los dueños del restaurante confirmaron que el siniestro no representará el final de “La Soldadera”.
¿Cómo lucía La Soldadera antes del accidente?
Fundado en enero de 1994, en medio de uno de los periodos económicos más complicados de México, La Soldadera surgió con una identidad profundamente ligada a su entorno.
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Desde su apertura, La Soldadera ha mantenido el mismo concepto: comida casera mexicana en un ambiente que celebra las raíces nacionales. Pese a haber iniciado en plena crisis económica del sexenio de Ernesto Zedillo, el restaurante se convirtió en un punto de referencia para quienes visitan el Monumento a la Revolución, ofreciendo una experiencia que mezcla historia, sabor y tradición.
A 31 años de su fundación, el restaurante enfrenta ahora uno de los retos más duros de su historia. Sin embargo, su equipo asegura que el espíritu que ha mantenido vivo al restaurante seguirá intacto.
La Soldadera planea reabrir sus puertas una vez concluidas las reparaciones necesarias, pues busca escribir un nuevo capítulo, demostrando que ni las crisis ni el fuego podrán apagar la llama de su historia.
