Al cumplirse una semana del inicio de la suspensión de actividades, trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF), así como jueces y magistrados, continúan con su jornada de protestas contra la reforma judicial.
En este marco, la jueza Juana Fuentes Velázquez, directora de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (JUFED) dio a conocer la creación de una Comisión de Diálogo, el cual representa, dijo, la última vía pacífica.
“Sabemos que enfrentamos una resistencia feroz, ya que sus verdaderas motivaciones están claramente dirigidas a controlar los contrapesos democráticos y concentrar el poder", dijo.
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Sin embargo, esta comisión representa un esfuerzo por agotar todas las vías posibles para salvaguardar nuestra democracia. No buscamos el conflicto, buscamos el respeto a los principios que han hecho de nuestra nación una República democrática. Este diálogo es nuestra última trinchera pacífica antes de que el pueblo mexicano tenga que decidir si permitirá que su democracia sea desmantelada”.
La impartidora de justicia hizo un llamado a evitar que la democracia sea secuestrada.
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“No debemos permitir que nuestra democracia sea secuestrada por aquellos que buscan concentrar el poder en sus manos. Defendamos nuestra Constitución, defendamos nuestra independencia judicial, y defendamos nuestro derecho a vivir en una nación donde la justicia sea imparcial y accesible para todas y todos. A mis compañeros juzgadores les digo: No cedan ante la presión, no se dejen intimidar. Nuestro deber es con la ley, con la justicia y con el pueblo mexicano. La historia nos juzgará por nuestras acciones en este momento crítico, y debemos estar seguros de que estaremos del lado correcto”, mencionó.
Fuentes Velázquez insistió que los juzgadores independientes no son un regalo del gobierno, sino una conquista de la sociedad que no se debe permitir que sea arrebatada.
“Si hoy permitimos que jueces sin experiencia, que podrían ser fácilmente manipulados, sean nombrados, estamos sembrando las semillas de la injusticia y la arbitrariedad. Si los juzgadores dejan de ser independientes, si dejamos de ser los garantes de los derechos de cada ciudadano, corremos el peligro de que la justicia se convierta en un arma de opresión en lugar de un instrumento de liberación”, añadió.
Finalmente, la titular de la JUFED destacó que la suspensión de labores no es un acto de rebeldía, sino un acto de responsabilidad, ya que están cumpliendo con su deber de proteger la integridad del sistema judicial y, por ende, la estabilidad de la democracia.