La Comisión de Puntos Constitucionales aprobó por unanimidad de 38 votos en lo general y 37 en lo particular, la reforma propuesta por el Presidente de la República cuyo fin es blindar en la Carta Magna el aumento al salario mínimo, con el fin de que este nunca sea menor al índice de la inflación.
El proyecto aprobado también señala que el salario de los maestros de tiempo completo del nivel básico de educación y guardias nacionales, no podrá ser inferior al salario promedio registrado en el IMSS, cuyo equivalente en 2023 fue de 16 mil 777 pesos mensuales.
En la discusión en lo particular, se rechazaron las reservas con propuestas de modificación presentadas por la oposición.
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Se dio luz verde a la reserva presentada por el vicecoordinador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Leonel Godoy.
Lo anterior, para que el proyecto señale que la fijación del salario mínimo o la revisión del mismo nunca estará por debajo de la inflación “observada” durante el periodo de su vigencia.
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El proyecto original refería a la inflación “calculada”, y ese fue el término que se cambió por el de “observada”.
Blindaje al salario mínimo
El proyecto de reforma establece en el artículo 123, que el aumento anual del salario mínimo o la revisión del mismo “nunca estará por debajo de la inflación”.
Añade que las maestras y maestros del nivel básico de tiempo completo, los policías, guardias nacionales, integrantes de las Fuerzas Armadas permanentes, al igual que médicos y enfermeros percibirán un salario mensual que no podrá ser inferior al salario promedio registrado ante el IMSS.
En los posicionamientos, todos los congresistas coincidieron en que nadie puede oponerse a propuestas que garanticen derechos como el pago de un salario mínimo.
“Pasan a decir chingaderas”
Aunque todos se manifestaron a favor, hubo roces entre integrantes de la oposición y del bloque mayoritario.
El diputado del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y maestro de profesión, Iran Santiago, reclamó a la oposición que esté aprobando los dictámenes de reformas planteadas por el Ejecutivo Federal referentes al bienestar y asuntos laborales, pero al fijar posicionamientos, dicen “chingaderas”.
“Dijera el compañero Noroña: sabemos que van a votar a favor pero pasan a decir chingaderas acá en el micrófono, no entendemos por qué siguen de necios”, expresó el legislador y exintegrante de la dirigencia de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en Oaxaca.
Antes que el congresista, se había manifestado la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), Paulina Rubio, que pidió respeto para ella y para el resto de los asistentes a la reunión.
En defensa y justificación del diputado Santiago Manuel, salieron el diputado del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández y el vicecoordinador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Leonel Godoy.
Afirmaron que la palabra “chingadera” significa “ruin”, “vileza”, “malsonante”, “putada” y otros conceptos como cosa inanimada, y que el morenista no ofendió a nadie en particular.
“El compañero que está en el uso de la palabra no se refirió a ningún orador u oradora, quien se ponga el saco, que le aplique”, atajó Fernández Noroña.
Desde la Tribuna en San Lázaro, le han dicho al Presidente de la República “narcopresidente” y eso es más ofensivo que acusar “chingaderas”, agregó el diputado Godoy Rangel.
El coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rubén Moreira, lamentó que el nivel de debate que comenzó a desarrollarse en la Comisión, vaya a ser el que mostró el diputado Iran Santiago.
Moreira Valdez llamó a mantener la tranquilidad y el curso del debate.
Pese a ese llamado y al intento de mantener el orden por parte del presidente de la Comisión, Juan Ramiro Robledo, la discusión entre legisladoras continuaba en el área del público en el Salón Legisladores.
Iracunda, la diputada de Morena, Irma Juan, discutía y lanzaba señalamientos de “hipócritas” a las congresistas de la oposición, entre otras, a la panista Paulina Rubio y a la priísta Laura Haro.
La confrontación provocó que el diputado Robledo Ruiz decretara un receso mínimo, de un minuto, para dar oportunidad a las diputadas de terminar su discusión.