Los Obispos Católicos de México manifestaron su confianza en que las autoridades electorales actuarán con responsabilidad y congruencia al designar oficialmente a los diputados de representación proporcional basados en los resultados de la elección pasada “evitando una injusta sobrerrepresentación”, además solicitaron “respetuosamente” al gobierno federal a que se abstenga de cualquier tipo de intervención o presión sobre las autoridades electorales.
A través de un mensaje denominado 'Un Congreso para todos, los integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano', pidieron a todos los partidos políticos actuar con congruencia, respetando tanto “la letra” como “el espíritu” de las leyes.
Esta congruencia es fundamental para garantizar una sana convivencia democrática entre las diversas voces de la nación: aquellas representadas por las minorías a través de la representación proporcional, y las que se manifiestan en las mayorías por representación directa.
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“Solo así podremos fortalecer una democracia real y funcional, donde cada ciudadano se sienta representado en nuestro Congreso”, expresaron.
Tambien convocaron a los mexicanos a unir fuerzas y voluntades en torno a la democracia, el sistema de gobierno que la población ha elegido colectivamente para promover el bien común de la nación.
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“Es vital que nos mantengamos atentos a la conformación de un Congreso que refleje fielmente la pluralidad de nuestra sociedad. Confiamos en que las autoridades electorales, en el ejercicio de sus facultades, velarán por una representación equilibrada que respete tanto a “las mayorías” como a “las minorías”, evitando así cualquier distorsión que pudiera afectar la integridad de nuestra democracia”, apuntaron.
Finalmente reiteraron la confianza en las Leyes y en las Instituciones del Estado mexicano. En que prevalecerá el sentido común, la recta razón y la sensatez al aplicar los criterios jurídicos en esta controversia.
“Necesitamos, con urgencia y determinación, proteger y fortalecer nuestra democracia. Como Iglesia, nos comprometemos a seguir orando y trabajando por un México más justo y fraterno, donde la dignidad de cada persona sea respetada y donde el bien común guíe nuestras decisiones políticas y sociales”, concluyeron.