La tasa de aprobación de iniciativas del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, presentadas ante el Congreso de la Unión, es de 63.3 por ciento, la más baja desde 1917, señaló un estudio del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República.
El análisis de especialistas de ese organismo, refirió que en comparación con los anteriores mandatarios, en el presente sexenio se aprobaron 6 de cada 10 propuestas del Ejecutivo Federal.
En gobiernos anteriores, la tasa de aprobación de propuestas de los mandatarios federales, fue de casi 80 por ciento y más.
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Tropiezos de iniciativas de AMLO en el Congreso
La revisión titulada “La tasa de aprobación de las iniciativas del Ejecutivo Federal 2018-2024; entre el gobierno dividido y la falta de oficio político”, hecha por el investigador César Alejandro Giles Navarro, compara el promedio de propuestas presidenciales aprobadas en el Legislativo en el presente sexenio, y los anteriores.
El estudio indica que en el caso del actual Primer Mandatario, se aprobó el 63.3 por ciento de las iniciativas enviadas desde Palacio Nacional, es decir, 6 de cada 10.
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El Presidente López Obrador envió, entre el 1 de diciembre de 2018 y el 8 de mayo de este 2024, un total de 101 propuestas al Congreso, de las cuáles 64 fueron aprobadas y publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
En el sexenio del priísta Enrique Pena Nieto, la tasa de aprobación de iniciativas propuestas al Congreso fue de 79.8.
Con el panista Felipe Calderón, el Congreso aprobó en promedio el 79.5 por ciento de sus propuestas de reforma.
Durante la administración del panista Vicente Fox, la tasa de aprobación de propuestas presidenciales fue de 74.7 por ciento.
En promedio, entre los años 1917 y 2000, la aprobación de iniciativas del titular del Ejecutivo fue de 98 por ciento.
Falta de acuerdos en el Congreso
Entre los principales motivos por los cuáles 4 de cada 10 iniciativas enviadas por el Presidente López Obrador al Legislativo no avanzaron, fue la falta de acuerdos para conformar la mayoría calificada de dos terceras partes, requerida para dar luz verde a cambios constitucionales, señaló evaluación.
A la “falta de eficiencia del Ejecutivo Federal como promotor de leyes”, se sumó “la política de confrontación con la oposición, poca capacidad para negociar y el uso de iniciativas como instrumento electoral”, en los últimos meses de la saliente administración.
Asimismo, en el Poder Legislativo hubo “resistencias” a aprobar cambios legales, en especial constitucionales, propuestos por el mandatario federal.
Aunado a ello, agregó la publicación, algunas reformas propuestas por el Ejecutivo y que fueron aprobadas por la mayoría en el Legislativo, fueron invalidadas a través del control constitucional en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), lo que “dio lugar a una confrontación con el Poder Judicial de pronóstico aún incierto”.
El nivel de rechazo a propuestas presidenciales en el actual Legislativo y nivel de “impugnabilidad” ante la Corte, permiten concluir que la concertación “es más efectiva que la política de confrontación”, agregó la evaluación hecha por el especialista del IBD.