El descarrilamiento del Tren Maya en las cercanías de la estación Tixkokob, en Yucatán, era de esperarse, por las deficiencias con las que se construyó la obra y así se le advirtió al Gobierno Federal, recalcó el presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de la Cámara de Diputados, Pablo Angulo.
El legislador del PRI recalcó que el cinismo del Ejecutivo ante esos hechos, es inconcebible.
Subrayó que no sólo la oposición advirtió que el proyecto presentaría anomalías por la forma irregular en que se diseñó y construyó, sino que personas involucradas en las corruptelas en la entrega de contratos del Tren, allegados a los hijos del Primer Mandatario, así lo confirmaron en conversaciones privadas que han sido reveladas en medios de comunicación.
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Ello, en referencia al empresario Amílcar Olán y la charla que sostuvo con un primo de los hijos del Primer Mandatario, donde hablan del pago de “moche” para que se diga que los materiales vendidos al Gobierno Federal no son de baja de calidad y señalan que si el Tren se lleva a descarrilar, el problema ya será otro.
“Bueno, eso se les advirtió. Lo dijeron luego en unas llamadas gente muy cercana a la Presidencia de la República, que hasta que se descarrilara iba a servir ese material, finalmente ocurrió”, expresó el legislador.
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“Te digo que es lamentable, ya no es que dé risa, sino el cinismo con el que actúan es lo que luego uno dice: cómo es posible que estén sucediendo este tipo de cosas”, abundó Angulo Briceño.
En tanto, con ironía, la diputada federal del PAN y también integrante de la Comisión de Vigilancia de la ASF en San Lázaro, María Elena Pérez-Jaén, indicó que si algo debería preocupar al Jefe del Ejecutivo, respecto al descarrilamiento registrado este lunes 25 de marzo, no es ese hecho, sino sus hijos y la complicidad con algunos de contratistas de la obra.
Ello, luego de que el Presidente de la República expresara que se investigará el desperfecto del Tren, porque le parece, en el incidente hubo algo “raro”.