El pleno del Senado de la República determinó turnar a la Comisión de Gobernación las solicitudes presentadas por el PAN y Morena para declarar la desaparición de poderes en Guerrero y Guanajuato.
El acuerdo, que establece que la Comisión de Gobernación será la que determine si son procedentes las solicitudes de desaparición de poderes, motivó un pleito plagado de ofensas y descalificaciones entre senadoras.
De manera irónica, todo comenzó con un llamado del morenista Felix Salgado Macedonio, quien pidió a las mujeres no destruirse con falacias y mentiras.
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Y es que, en respuesta, la panista Lilly Téllez acusó a las mujeres de Morena de ser “corruptas” y puso como ejemplo a la senadora por Campeche, Rocío Abreu, reviviendo un problema añejo que tiene ella.
Rocío Abreu enfrentó los señalamientos con una andanada de descalificaciones y acusó a la panista de no tener moral, además de ser ladrona e ignorante.
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Lilly Téllez reviró pidiendo a Rocío Abreu que responda quién le entregó el dinero con el que fue exhibida hace más de un año en video y los moches que ha recibido junto con Rocío Nahle, ex secretaria de Energía.
Al pleito se sumó la también panista Kenia López Rabadán, quien reclamó las agresiones y descalificaciones personales de Rocío Abreu, pero sólo logró que la morenista las llamara “tamaleras”.
Las palabras de la senadora por Morena provocaron que la acusaran de clasista, por lo que tuvo que disculparse, aunque no perdió la oportunidad de rebajar aún más el nivel de debate.
Al final, el acuerdo fue avalado con el voto mayoritario de Morena, aunque el nivel de debate quedó rebajado al mínimo, como se ha hecho costumbre en la Cámara Alta.