La diputada federal de Morena, María Clemente García, protestó desde la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, con una clausura unilateral y momentánea de la sesión en el Pleno.
Molesta, la congresista subió al lugar de la Mesa, tomó el micrófono y tocó repetidamente la campana utilizada para dar inicio y fin a los trabajos parlamentarios.
García Moreno hizo caso omiso de la presencia de la presidenta del recinto, Marcela Guerra, y dio paso a su reclamo por el retraso en la discusión en el Pleno, del dictamen que prevé prohibir las terapias de conversión sexual, como se lo habían prometido.
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Optó por clausurar los trabajos de manera unilateral, cuando la Mesa se disponía a desahogar la solicitud de licencia de la vicecoordinadora de Morena, Aleida Alavez, quien impulsaba el tema desde la Junta de Coordinación Política, pero no cumplió con el objetivo de que el proyecto se discutiera en el Pleno, pese a que estaba en lista de espera en el orden del día, desde hace dos semanas.
Inconforme con el incumplimiento, ya que la diputada Alavez Ruiz dejó el tema pendiente y se va a competir por la alcaldía Iztapalapa, su compañera de bancada protestó.
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“Se clausura la sesión por homofobia, por transfobia y lesbofobia, ¡se clausura la sesión! Están retrasando la situación, quedaron la semana pasada que hoy miércoles se iba a discutir…”, decía la congresista, cuando el personal de la Cámara le apagó el micrófono.
Cuando la legisladora puso en la mesa la campanilla, la diputada Guerra Castillo intentó recuperar el implemento, pero la morenista se lo arrebató y le dijo, fuera de micrófonos: “¡se clausura la sesión!”.
Para resolver el conflicto, la diputada priista sostuvo una charla en la Mesa Directiva con la morenista, que visiblemente alterada, incluso manoteó en un par de ocasiones.
El incidente se resolvió en menos de 10 minutos.
La presidenta de la Mesa diálogo con la diputada María Clemente, para tranquilizarla la tomó de las manos y la acompañó a la zona de curules para sostener un breve diálogo con coordinadores y vicecoordinadores, incluidos los de Morena, y lograr que la legisladora permitiera en reinicio de la sesión.
Acto seguido, integrantes de distintas fracciones parlamentarias de oposición y mayoría, despidieron a la diputada Aleida Alavez a la que insistieron en llamar “comandanta”.
Aprovecharon el uso de la voz desde sus curules para desearle éxito en la contienda por Iztapalapa y sus compañeros de bancada, de plano le dijeron que ya tiene ganada la elección.