El manejo financiero de PEMEX ha sido inadecuado y la empresa ha perdido casi un billón de pesos durante el presente sexenio, alertó el líder parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira.
El legislador también criticó el gasto excesivo y multimillonario en la refinería de Dos Bocas, Tabasco.
Moreira Valdez indicó que con los 20 mil millones de dólares que costará el proyecto inicialmente estimado en 8 mil millones de dólares, el Gobierno Federal pudo haber rehabilitado y modernizados las seis refinerías que ya tenía PEMEX, o pudo haber comprado otros cinco complejos de las dimensiones de la refinería de Deer Park, ubicada en Houston, Texas.
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En el contexto de la conmemoración de la expropiación petrolera y en su programa en la plataforma de videos YouTube, “Con peras, manzanas y naranjas”, transmitido la noche del sábado pasado, el congresista hizo énfasis en las proyecciones erróneas sobre el costo que tendría construir la refinería en Paraíso Tabasco.
Se refirió al proyecto como un costoso “capricho” del Presidente de la República que se fundamentó en estimaciones financieras irreales y una estrategia financiera equivocada.
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“Yo no sé quién es el que hace la estrategia financiera y la estrategia de perspectiva, o Dos Bocas es un capricho o nadie le dijo al presidente que no había que gastarse ese dineral y que mejor hubiera arreglado todo lo anterior”, indicó.
Deer Park, bien; plantas de Iberdrola, mal
El líder de los priístas en San Lázaro consideró que mientras el Gobierno Federal acertó con la compra de la refinería de Deer Park, que le costó al país mil 200 millones de dólares y está produciendo y generando ganancias, falló al enfrascarse en el proyecto de la refinería en Tabasco que ha tenido un sobrecosto multimillonario y no ha comenzado a rendir.
Al considerar que hubiese sido más rentable comprar plantas como la de Deer Park, también manifestó que la adquisición de 13 plantas a la empresa española Iberdrola, no fue un buen negocio.
Señaló que fueron compradas al doble del precio y en calidad de “chatarra eléctrica”, porque mientras México pagó por equipos obsoletos, la empresa aprovechó el pago para invertir en plantas de producción de energía limpia en otro país, Argentina.