Una alimentación balanceada y actividad física en los primeros 20 años de la vida son factores importantes para mantener alejados a los jóvenes de la obesidad y por ende, de la aterosclerosis, padecimiento que se caracteriza por la obstrucción del paso de la sangre en arterias coronarias, cerebrales, renales y la aorta, afirmó el doctor Pedro Rivera Lara, jefe de Urgencias Cardiovasculares del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XX, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Detalló que padecimientos como la diabetes y la hipertensión, así como la edad (45 años en hombres y 55 años en mujeres) aceleran el proceso de degeneración de las arterias, que se manifiesta en dos de sus expresiones principales: infarto al miocardio y enfermedad cerebrovascular.
El especialista en cardiología del IMSS explicó que en México, de las personas que padecen aterosclerosis y sufren un infarto, un 27% tiene consecuencias fatales.
Te podría interesar
“El infarto agudo al miocardio, que sigue siendo la primera causa de muerte en nuestro país, las enfermedades cardiovasculares, se sabe que la mortalidad es del 27 %, hemos logrado reducirla a un 12 %, en este hospital de cardiología, tenemos una tasa de mortalidad del 8.9 %”
En este sentido, recordó que es solo, a través de la prevención primaria, como se puede mantener un buen control de los 2 principales factores de riesgo cardiovascular que predominan en la población mexicana, como lo son la diabetes mellitus 2, la hipertensión arterial sistémica, las dislipidemias como hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, así como la obesidad, detonantes en el desarrollo de esta patología.
Te podría interesar
“La aterosclerosis es el cúmulo de grasas en las arterias, es un proceso crónico que nos lleva décadas formar, que hoy sabemos que durante los primeros 10 años de vida es donde comienzan las lesiones iniciales”
Recordó que en el IMSS se cuenta con medicamentos y módulos de atención como DiabetIMSS que buscan mejorar el estilo de vida del derechohabiente mediante la orientación nutricional, actividades físicas apropiadas para la enfermedad e identificación oportuna de comorbilidades.