La marcha por los 123 meses de la desaparición de los 43 normalistas rurales de Ayotzinapa, fue sustituida por una procesión a la Basílica de Guadalupe donde a los pies de la Virgen morena, el Obispo de Saltillo, Raúl Vera, dijo a familiares y compañeros estudiantes de las víctimas que es “un gran beneficio que ustedes le dan a nuestra patria, ¡que sepan las autoridades que no pueden quedar impunes sus atrocidades!, ¡que existen en México ciudadanas y ciudadanos con una conducta recta!”.
“Y también ustedes nos están ayudando a todo el Estado mexicano a que, quien llega al poder político a ocupar un puesto, es para garantizarnos a todos nuestros derechos, que tenemos derecho a la justicia y a los demás derechos humanos que tenemos, de los que debemos disfrutar de todas las garantías de seguridad en nuestra vida”.
Durante la homilía de la ceremonia religiosa el Obispo Vera recalcó a madres y padres que “desde hace 10 años han iluminado la conciencia de nosotros los mexicanos, que no debemos ser pasivos y que no debemos ser sumisos y que no debemos de ninguna manera permitir la mentira con la que se mueven y la confianza que tienen en el poder militar, en el poder policíaco, y todo eso que nosotros vemos y se mueve para ocultar una desaparición que sólo ellos pueden explicar, porque fueron ellos que para proteger cómplicemente a los traficantes de droga ¡hicieron lo que hicieron!, para rescatar camiones que inocentemente habían tomado y que es un crimen que para proteger a criminales el Estado se haya echado encima de gente inocente”.
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“Esto es algo que nosotros les agradecemos mucho, porque la desaparición de las personas de Ayotzinapa ¡sigue viva!, el reclamo de justicia ¡sigue vivo gracias a ustedes!, le han hecho mucho bien a nuestro país a causa de su sufrimiento, a causa de sus desvelos, a causa del acoso que han vivido de parte de las autoridades mezquinas… es una de las partes más delicadas que tienen que cumplir nuestras autoridades, garantizarnos la justicia y garantizarnos el respeto a todos nuestros derechos y esto es algo, hermanas y hermanos, que la Virgen María de Guadalupe, por supuesto lo agradece”.
Sentados en las primeras filas de la Basílica de Guadalupe, madres y padres de los jóvenes desaparecidos hace 10 años y tres meses escucharon la solicitud del Obispo Vera, para que pidieran “a nuestra madre santísima de Guadalupe, la fuerza para seguir luchando en la búsqueda de sus hijos que fueron desaparecidos, y que ustedes no han sabido hasta ahora cuál es su paradero, y que permanecen firmes reclamándole al Estado mexicano, reclamándole a las autoridades del Estado de Guerrero y a las autoridades locales de los municipios de donde procedían sus hijos, los alumnos de la normal de Ayotzinapa que fueron desaparecidos… este es el ejemplo que nos dan, ¡sean firmes y sigan buscando la verdad!, ¡no se cansen!”, insistió el sacerdote.
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El Obispo de Saltillo remarcó que “uno de los precios que ustedes pagan es la no búsqueda, el ocultamiento de criminales que se preocuparon desde esa noche de detener a sus hijos y que no hay desde entonces quién de cuenta de ellos. Pero sabemos bien que en esto está implicado el Ejército Mexicano y que en esto están implicado las autoridades civiles, sí, tanto a nivel estatal como las autoridades a nivel nacional, porque no han exigido. Es más, entró el presidente (Andrés Manuel López Obrador) que ya terminó, entró hablando de que ‘serían ustedes de los primeros que tendrían derecho a la verdad’”.
“¿Y qué pasó? Pues que se fue para atrás. ¿Y cuándo? Cuando se dio cuenta que el Ejército era el primer implicado. Y como el Ejército lo cuidaba, pues por eso no les hizo justicia. ¡Así es! ¡Esto hay que decirlo!, no lo pudo ocultar".
"Yo les animo que no pierdan ustedes esa personalidad moral que han adquirido dentro de toda nuestra nación y más allá de los límites de nuestra nación, porque ustedes se siguen manifestando y siguen exhibiendo las injusticias, siguen exhibiendo la deshonestidad y la inmoralidad de nuestras autoridades a nivel nacional y a nivel del Estado de Guerrero. Gracias. ¡No cesen!, ¡no cesen!”, concluyó el Padre Vera antes de ofrecer la comunión y la bendición a familiares de los Normalistas rurales desaparecidos de Ayotzinapa.