Ante el recorte presupuestal, el Instituto Nacional Electoral (INE) ya no instalará las 172 mil casillas que se habían contemplado originalmente para la elección judicial, pues solo serán 73 mil 850.
Además, para ahorrar costos cada casilla contará con una urna en lugar de seis y en aquellos puntos en los que se prevea una alta participación se podrían colocar dos urnas.
Algunas consejerías consideran que esto implicará más trabajo para los funcionarios de casilla, porque después de la elección tendrán que dividir las boletas, pero otros argumentan que no será así, pues incluso se ahorrará tiempo.
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Del mismo modo, la contratación de capacitadores y supervisores electorales sufrirá una disminución del 58 por ciento, toda vez que de los 43 mil 362 capacitadores que se tenían contemplados originalmente, solo se van a contratar 24 mil 715, mientras que el número de supervisores se reducirá de 7 mil 251 a 4 mil 941, lo que se traducirá en un ahorro de 2 mil 500 millones de pesos, destaca el INE.