Poco después de las 14:30 horas, tras sumar 10 navidades sin saber el paradero de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, unos 150 estudiantes, activistas, defensores humanitarios y sobre todo los familiares de los jóvenes, avanzaron a pie por la ruta de los peregrinos hacia la Basílica de Guadalupe donde esta tarde el Obispo Raúl Vera oficiará una misa para las familias; vamos a “implorar por no perder la esperanza de encontrar a los jóvenes”, indicaron al salir.
Desde el contingente, don Mario González, padre de normalista rural desaparecido César Manuel expresó que de cara a la próxima reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum en febrero próximo “como que vemos que no hay ningún cambio; estoy preocupado por la nueva estrategia que ellos quieren tomar, la nueva tecnología que nos dicen que ‘van a implementar’”.
“En esa estrategia nunca hablaron de las 60 órdenes de aprehensión, nunca se habló de cómo se va a implementar una estrategia para que el Ejército suelte esos 800 folios, ¡no! esa estrategia es de seguir preguntando a las personas que ‘tal vez vieron’ o que tal vez ‘saben algo’, no especificaron si íbamos a agarrar a los que de verdad participaron, entonces, estoy más preocupado que cuando estaba (Andrés Manuel López) Obrador porque al principio nos abrió todo, se topó con el Ejército y ahí fue donde cambiaron las cosas, pero ahora como que no se nos dan esperanzas”.
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“Hay dos puntos importantísimos, sí Arturo Medina (subsecretario de Derechos Humanos) no ha hecho nada y en cambio ha querido separarnos y más aún un fiscal (especial para el caso Ayotzinapa, Rosendo Gómez Piedra) que no ha hecho nada, y decir ‘tienen todo mi respaldo’, oye ¡estás respaldando a alguien que no está funcionando!, entonces para mí eso quiere decir que no quieres avanzar".
"Entonces, sí los hubiera cambiado, o por lo menos decir, ‘sabes qué, vamos a traer al GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes del sistema interamericano), ¡bueno!; pero eso de que ‘no hay oportunidad de traer al GIEI’, ‘no quiero cambiar a los que están fallando’, para mí es una mala respuesta de la presidenta (Claudia Sheinbaum Pardo)”, agregó el padre del estudiante desaparecido desde septiembre del 2014.
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“No se han hecho nada, ahí está una de las pruebas contundentes que voy a reclamar en la próxima reunión, decían que ‘había agarrado a un importantísimo jefe de Guerreros Unidos o alguien muy importante del crimen organizado de Guerreros Unidos, y a los tres días ¡estaba suelto!, ¿a qué estamos jugando? de seguro van a decir ‘¡los jueces!’, pero en realidad yo lo que he visto de los Ministerios Públicos que van a las audiencias con el juez, yo los he visto y de verdad, ¡dan vergüenza!”, finalizó el señor González.
Sobre el subsecretario Arturo Medina, el señor Emiliano Navarrete, padre del joven desaparecido José Ángel, consideró que el funcionario federal “exagera bastante en las búsquedas, ya que búsquedas en Iguala se han hecho desde hace mucho tiempo con cualquier informante que les llega y ya van a esos lugares. Yo pienso que le deben de dar seriedad a las personas involucradas en la desaparición de nuestros hijos, que tiene que haber una forma legal de cómo el individuo tiene que hablar, porque eso de que andes escarbando hoyos en todos lados de Iguala, es algo que no es de mi agrado”.
Don Emiliano, padre del estudiante más joven de los 43 normalistas desaparecidos, con apenas 17 años cuando se lo llevó la policía de Iguala, Guerrero, recalcó que ya son “10 Navidades sin saber de nuestros hijos. Para nosotros, estos días, se profundiza más el dolor, mi otro hijo, el mayor, nunca nos reclama, nunca dice nada, siempre ha sido respetuoso de nuestro silencio”.
Al reparar que el Obispo Raúl Vera, “nos ha acompañado en muchas actividades. Y no se lo he dicho, pero agradezco mucho su presencia”, el señor Navarrete comentó que “cuando nos pasó esto, veíamos cómo podríamos obtener apoyo para encontrar a nuestros hijos, y en una de esas, me dije, ¡ay, pues soy católico!, ¿no? O sea, me vino a la mente desde que soy católico, y por qué no acercarme a alguien, a algún religioso que tenga un alto grado, ¿verdad? Recuerdo que me vino a la mente el Papa Francisco, el que está, en Roma; sí lo buscamos, pero nos llevamos una gran decepción y eso todavía me vive en el corazón, lo tengo ahí presente”.
Los inconformes llegaron al atrio de la Basílica de Guadalupe tras poco más de una hora de caminata.