En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, firmó dos decretos trascendentales para los pueblos originarios y afromexicanos del país. Estas acciones buscan garantizar su reconocimiento como sujetos plenos de derecho y reforzar el compromiso gubernamental con la justicia social.
Presupuesto histórico para comunidades indígenas
Por primera vez en la historia, en 2025, cerca de 13 mil comunidades indígenas registradas ante el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) recibirán presupuesto directo. Este apoyo permitirá que las comunidades, bajo sus propios usos y costumbres, administren los recursos en beneficio de su desarrollo. “Esto es histórico, ya que nunca antes se había asignado un presupuesto directo a las autoridades tradicionales”, subrayó Sheinbaum, quien detalló que el anuncio oficial se realizará tras la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación.
Reforma traducida a 57 lenguas indígenas
La reforma constitucional que reconoce a los pueblos originarios como sujetos de derecho ya está disponible en 57 lenguas indígenas y 64 variantes lingüísticas. Estas traducciones, realizadas con apoyo del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) y la Universidad de las Lenguas Indígenas de México (ULIM), pueden consultarse en el micrositio oficial.
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Creación de la Comisión Presidencial de Planes de Justicia
El segundo decreto firmado establece la Comisión Presidencial de Planes de Justicia y Desarrollo Regional de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos, que dará seguimiento a los 17 Planes de Justicia existentes y trabajará en la creación de nuevos. Según el director del INPI, Adelfo Regino Montes, esta iniciativa beneficiará a más de 420 mil personas de 26 pueblos indígenas en 12 estados, con una inversión inicial de 27 millones de pesos.
Compromiso con los derechos humanos
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, destacó que estas acciones son parte de la prioridad del Gobierno para garantizar la inclusión, combatir la discriminación y fortalecer los derechos humanos. “Solo así podremos construir un México más igualitario y justo”, afirmó.
Con estas iniciativas, México avanza en la construcción de una nación más incluyente, donde los derechos de las comunidades indígenas y afromexicanas sean plenamente reconocidos y respetados.