Amnistía Internacional lamentó el asesinato de la defensora de tierra y territorio Rarámuri, Gloria Cañez y su hija Sally, a manos presuntamente de la delincuencia organizada.
De acuerdo a la versión oficial, la activista y su hija, fueron asesinadas y en el lugar de los hechos se habrían encontrado más de 50 casquillos de las armas que fueron accionadas en su contra.
La defensora mantenía una lucha por recuperar los predios que corresponden las comunidades originarias en Chihuahua, por lo que se presume que este acto podría haber sido perpetrado por un grupo criminal que se dedicaba a la explotación y tala de los bosques.
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Ante ello, Amnistía Internacional hizo un llamado a la Fiscalía de Chihuahua a considerar en sus líneas de investigación su labor de defensa de derechos humanos.
Al Estado mexicano a garantizar a la familia de Gloria y su hija sus derechos a la verdad, justicia y reparación del daño.
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Son inaceptables los riesgos letales a los que se enfrentan las personas que defienden la tierra, el territorio y el medio ambiente, señaló la organización, quien hace unos días presentó un informe sobre los riesgos que corren defensores y ambientalistas en este país.