Los aspirantes a coordinar la defensa del proyecto del gobierno morenista y a la candidatura presidencial, deberían ser serios y ser “compañeros” y no equivocarse como el excanciller Marcelo Ebrard, de amagar con romper la unidad si hay juego sucio en la contienda, pidió el también participante, Gerardo Fernández.
De gira por Cancún, Quintana Roo, llamó a Ebrard Casaubón a que siga participando y deje de “pensar” en la división porque eso es irresponsable.
Puntualizó que él nunca se ha pronunciado a favor de que el exsecretario de Relaciones Exteriores “se baje” de la contienda.
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Agregó que él, incluso con “prácticas incorrectas” y “malas prácticas”, como el derroche en publicidad de distintos aspirantes, así como las “cargadas” de gobiernos locales a favor de “una aspiración”, no se retirará del proceso e incluso con esas anomalías, apoyará a quien gane, aunque lo haga “a la mala”.
También espera, recalcó, que si él se lleva la coordinación, cuente con el apoyo de los otros cinco aspirantes.
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“Campaña de Estado”
Al insistir en que los contendientes deben mostrar “seriedad” y compañerismo real, sin juego sucio, señaló que todo caso él les podría exigir quitar sus anuncios espectaculares o decir cuánto han gastado en ello, pero por “ser compañero”, no lo hará.
Señaló que en su caso particular “peleará limpio” y confirmó sus declaraciones respecto a que el Presidente de la República “está metido hasta el cuello” en la competencia, pero sólo para garantizar la unidad del movimiento, no para inclinar la balanza a favor de alguien.
No hay “cochinero”
En una ríspida rueda de prensa, donde incluso le alzó la voz a una comunicadora que también a voz en cuello le cuestionó si no era incongruente advertir públicamente sobre “prácticas incorrectas” en la competencia abierta por Morena y partidos aliados, pero sin denunciarlo formalmente ante las autoridades electorales, el aspirante molesto, exigió que no pusieran “palabras en su boca”, que él no ha dicho.
A la pregunta de si en el proceso interno en el que participa hay o no un “cochinero”, derroche en publicidad externa de algunos aspirantes y apoyo a ciertos contendientes, como la exjefa del Gobierno capitalino, por parte de gobiernos estatales y municipales, visiblemente alterado, rechazó que él haya calificado la situación como tal.
Rechazó estar acusando un “cochinero” en la contienda interna y también afirmó que no presentará ninguna denuncia ante el Instituto Nacional Electoral (INE), porque no se trata de una campaña, no hay un organismo específico en los partidos para presentar denuncias.
Aunque, insistió en decir que las “prácticas incorrectas” y la “campaña de Estado” a favor de “una aspiración” están a la vista. “El que tenga ojos para ver, que vea”, remarcó.
También aseguró que él nunca se ha quejado ni hablado de que no existe “piso parejo”, pero las condiciones de desventaja en las que se encuentra frente a aspirantes que tuvieron cargos públicos y de gobierno como plataforma y recursos a la mano, también es evidente.
PRI, “cueva de ladrones”
Sobre la renuncia al Partido Revolucionario Institucional (PRI), del excoordinador en el Senado de la República, Miguel Osorio Chong, y otros senadores como Nuvia Mayorga, Claudia Ruiz Massieu y Eruviel Ávila, así como otros liderazgos y militantes, el legislador federal con licencia afirmó que con o sin ellos, ese ente político sigue siendo “una cueva de ladrones”.
En particular sobre el exsecretario de Gobernación, afirmó que nunca tuvo palabra.
Como ejemplo, recordó que cuando ejercía esa responsabilidad y en la Ciudad de México se llevó a cabo una manifestación exigiendo la resolución del caso Ayotzinapa y un grupo de jóvenes fue detenido, algunos de ellos sin tener responsabilidad alguna, prometió que se haría lo necesario para liberarlos y no cumplió sino hasta que fue presionado.
“Hoy que se las da de víctima y que renuncia al PRI porque ya no es lo que era, ¡cueva de ladrones es lo que son y siguen siendo! Lo que pasa es que él se sale porque ladrón que roba ladrón, se queda con la dirección del PRI, dicen, y entonces ahí está Alejandro Moreno, que ya hizo que perdieran todos los gobiernos que tenían”, se burló.
Al aseverar que con las últimas renuncias al PRI, ese partido “está acabado”, indicó que sus integrantes y militantes sólo tienen dos opciones: sumarse al “nacionalismo revolucionario” de Morena y aliados, o irse al Partido Acción Nacional (PAN).