Gustavo Díaz Ordaz fue un expresidente de México conocido por su papel en el movimiento estudiantil de 1968. El exmandatario, quien gobernó el país desde el 1 de diciembre de 1964 al 30 de noviembre de 1970, dejó una huella imborrable en la historia de México.
Díaz Ordaz, nacido el 12 de marzo de 1911 en Ciudad Serdán, fue un político destacado del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Durante su presidencia, implementó diversas reformas y políticas que buscaban impulsar el desarrollo económico y social del país. Sin embargo, su mandato también estuvo marcado por la represión y la violencia, particularmente durante los sucesos trágicos del movimiento estudiantil de 1968.
Movimiento Estudiantil de 1968, episodio oscuro de Gustavo Díaz Ordaz
Durante el mandato del presidente Gustavo Díaz Ordaz, en julio de 1968, se produjo una serie de manifestaciones y marchas estudiantiles en la Ciudad de México. Estas protestas tuvieron como objetivo criticar el autoritarismo del gobierno, expresar solidaridad con las protestas a nivel mundial, exigir el respeto a la autonomía universitaria y exigir la liberación de los presos políticos.
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Los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se unieron a los del Instituto Politécnico Nacional y a los de otros centros educativos de la ciudad, lo que llevó a la conformación de un amplio movimiento social.
El 2 de octubre, se realizó una manifestación en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, el Movimiento Estudiantil de 1968 en México. Aunque el movimiento estaba en declive y muchos líderes estaban encarcelados, el ambiente social seguía siendo tenso debido a la proximidad de los Juegos Olímpicos.
No obstante, con los líderes que quedaban libres y un orador en el tercer piso del Edificio Chihuahua, el ejército mexicano atacó a los manifestantes, utilizando bengalas como señal para abrir fuego con militares, paramilitares y francotiradores, resultando en una cifra desconocida de muertos (estimada entre 300 y 500) y más de 2000 detenidos. Este suceso marcó el final del movimiento estudiantil. Los Juegos Olímpicos se llevaron a cabo tan solo 10 días después en la Ciudad de México.
Retiro de Díaz Ordaz de la política
Tras su retiro de la vida política, Gustavo Díaz Ordaz se dedicó a la docencia ya la escritura. Sus memorias y reflexiones sobre el México moderno se cerraron en una referencia importante para comprender el contexto histórico y político del país en la segunda mitad del siglo XX.
El fallecimiento de Gustavo Díaz Ordaz deja un legado complejo y contradictorio. A pesar de su papel en uno de los episodios más oscuros de la historia de México, su legado también incluye esfuerzos por modernizar el país y promover su desarrollo. La muerte de este polémico