El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) aplica acciones preventivas para evitar la enfermedad vascular cerebral (EVC) —segunda causa de muerte a nivel mundial y primera en discapacidad de adultos—, a través del programa Resissste Cerebro, cuyo objetivo es aumentar la sobrevida y disminuir secuelas en pacientes, informó el director general, Pedro Zenteno Santaella.
El titular del organismo exhortó a la derechohabiencia a fomentar hábitos saludables y aumentar la actividad física, con el fin de reducir los principales factores de riesgo de este padecimiento como obesidad, hipertensión arterial, diabetes, sedentarismo, entre otros.
El director médico del instituto, Ramiro López Elizalde, explicó que el programa Resissste Cerebro se implementó en 2019; desde entonces, se han capacitado alrededor de mil trabajadoras y trabajadores del instituto, logrando la vinculación del personal de urgencias, radiología, enfermería, neurología, terapia intensiva y neuroradiología intervencionista.
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Agregó que se creó la Guía operativa 22 Resissste Cerebro. Protocolo de evaluación, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad vascular cerebral para evaluar y tratar a pacientes con infarto cerebral, dentro de las primeras 24 horas posteriores al inicio de síntomas, con los recursos humanos y técnicos disponibles de cada unidad médica en todo el país.
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La evaluación oportuna, así como la trombólisis intravenosa y el uso de procedimientos endovasculares durante las primeras horas después del inicio de los síntomas han demostrado ser determinantes en el pronóstico de los pacientes con infarto cerebral, reduciendo hasta 50 por ciento la mortalidad y discapacidad, resaltó.
Issste alerta sobre la importancia de la detección temprana
El director médico detalló que la EVC se divide en dos tipos: el isquémico, mejor conocido por la población como embolia o infarto, que es causado por la oclusión de un vaso sanguíneo cerebral; y el hemorrágico, es decir, derrame cerebral condicionado en la mayor parte de las veces por hipertensión o ruptura de un vaso sanguíneo.
Una de las iniciativas para concientizar a la población e identificar los signos de alerta de un infarto cerebral es a través del acrónimo DALE: D, debilidad de la cara; A, afloja el brazo o pierna; L, lenguaje alterado, y E, emergencia.
“Tenemos sólo cuatro horas con 30 minutos desde que comienzan los síntomas para aplicar un medicamento que ayude a disolver un coágulo y restablecer la circulación cerebral”.
La líder del programa Resissste Cerebro, Dulce María Bonifacio Delgadillo, destacó que con esta acción se consolidan los equipos multidisciplinarios con capacitación a personal especializado en la ruta de atención oportuna del EVC, desde el diagnóstico hasta el tratamiento en hospitales de la Ciudad de México y área metropolitana.
Está en proyecto, a mediano plazo, la activación de centros de referencia para la atención de esta enfermedad en todo el país. La Guía Operativa 22 Resissste Cerebro. Protocolo de evaluación, diagnóstico y tratamiento de enfermedad vascular cerebral es la herramienta para ampliar la cobertura de este programa, señaló.
Para prevenir la EVC, López Elizalde subrayó que es importante revisar con frecuencia la presión arterial, niveles de glucosa, obtener el índice de masa corporal, evitar el tabaquismo y alcoholismo, además de realizarse un chequeo general anual después de los 40 años, que incluya electrocardiograma para detectar ritmo cardiaco anormal y Doppler carotídeo para identificar oclusión de vasos sanguíneos.