El Observatorio de Trabajo Digno de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, señaló que las nuevas cifras de ocupación y empleo del INEGI, muestran las fallas estructurales del sistema laboral en México, que producen exclusión y precariedad.
No se puede festejar el crecimiento de la ocupación mientras más de la mitad de las personas tienen trabajos informales, sin acceso a servicios de salud ni protección social, seis de cada 10 personas que trabajan carecen de ingreso suficiente para superar el umbral de pobreza, y hay 7 millones de personas sin empleo y otras 13.7 millones de mujeres excluidas por que no hay un sistema de cuidados, afirmó Rogelio Gomez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Si bien las estadísticas refieren que hay 2.4 millones de personas ocupadas más que hace un año (para un total de casi 58 millones y medio), casi 35 millones de ellas no cuentan con un salario suficiente para superar el umbral de pobreza y carecen de servicios de salud; otro grupo de 7 millones están sin empleo y 13.7 millones de mujeres están excluidas del trabajo remunerado por realizar trabajos de cuidado y del hogar.
Seis de cada diez personas que trabajan son “working poor”, carecen de ingreso suficiente para superar el umbral de pobreza. Son al menos 34.7 millones a inicios de este año, que representa el 59% del total de la población ocupada y que su salario no alcanza para cubrir el costo de dos canastas básicas al mes, por lo que no pueden mantenerse a sí mismas y a una persona más por encima de la línea de pobreza. De ellas, 16 millones son mujeres y 18.6 millones hombres. 10.2 millones son jóvenes entre 15 y 29 años de edad.
En síntesis, los datos oficiales del empleo en el primer trimestre del año muestran que ha crecido la ocupación, pero también la precariedad. El vaso no está ni medio lleno, ni medio vacío, está roto por fallas estructurales del sistema laboral que llevan décadas con variaciones muy marginales, concluyó.