Sin duda alguna no puedes dejar de conocer Octo, un restaurante situado en Guadalajara, que conquistó el Prix Versailles 2022.
Este premio, es otorgado por la Unesco a edificios del mundo que se componen por la innovación y creatividad en su arquitectura, además del manejo del patrimonio local y la eficiencia ecológica.
¿Quién diseñó el restaurante?
Sus creadores la definieron como a una casona de los años 60, motivo principal por el cual se llevó el "Premio especial en exterior" del galardón, cuyo jurado conforman el filósofo francés Gilles Lipovetsky, los arquitectos estadounidenses Thomas Vonier y Thom Mayne, la arquitecta china Lu Wenyu y el diseñador británico Jasper Morrison.
Debes sabe que la Unesco da este reconocimiento desde 2015 solo a 7 categorías de Aeropuertos, Campus, Estaciones de Pasajeros y Deportes, Tiendas y Almacenes, Centros Comerciales, Hoteles y Restaurantes. Así que debemos sentirnos orgullosos de tener en nuestro país algo así.
Su arquitectura de Octo Restaurante, se inspiró en la comida de mar, es distinta a otros de su especialidad y se caracteriza por un concepto ecléctico que privilegia las texturas y materiales hechos por manos mexicanas, al menos así lo dijo su dueño.
Te podría interesar
“Octo es un templo porque cada pieza fue hecha de manera especial para construir este recinto, está hecho con mano de obra artesanal, no hay nada industrial y es una experiencia, como si vinieras a un museo gastronómico, aprecias la arquitectura, los muebles, todos los oficios menestrales del mexicano”, dijo su dueño, el mexicano Luis Hernández.
Las paredes de todo el edificio con 550 metros cuadrados de construcción son un ensamble de ladrillos hexagonales de color natural que forman una flor con seis pétalos.
Además de un centro que, a su vez, tiene un cuadrado dentro, un elemento con un significado personal y holístico para Hernández.
Te podría interesar
¡Infinidad de ladrillos!
Un total de 250 mil ladrillos conforman esta composición de flores para dar “una idea de lo orgánico”, esto por la falta de un jardín en el proyecto original.
Esa misma flor se repite en espacios diseminados en todo el restaurante, tanto en ventanales de vidrio biselado y lámparas, como en la decoración de muebles de madera hechos por carpinteros locales.
La fachada conserva la estructura original de la casa porque el barrio es una zona antigua protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aunque está revestida con ladrillos al igual que los interiores.
Así que ya lo sabes, si andas por Guadalajara ¡No olvides visitar Octo!