México no es súbdito de los Estados Unidos, sino socio y los insultos de personajes políticos como el senador republicano John N. Kennedy, no aportan nada para resolver los retos migratorios que enfrentan ambos países, manifestó el coordinador parlamentario del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el Senado de la República, Ricardo Monreal.
Señaló que los discursos de odio y racismo que abonan a las carreras políticas y electorales de quienes los profieren, apuntó, si bien son excepciones, no se deben desestimar.
Discursos de odio contra migrantes
En redes sociales y en su página de internet, el parlamentario publicó sus reflexiones al respecto, en las cuales enfatizó que las “diatribas y los falsos debates” no deben tener cabida ante la problemática migratoria.
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“Nuestro continente enfrenta un desafío migratorio que requiere de gran atención, y la solución no está en lanzar diatribas, como las del senador Kennedy, o dar cabida a falsos debates, sino en procurar la colaboración para el desarrollo de las fronteras”, anotó en su cuenta en la red social Twitter, @RicardoMonrealA.
En un texto titulado “Insultos que destruyen” y que agregó a su mensaje, el senador Monreal Ávila dijo al senador Kennedy que los mexicanos son socios comerciales de su país, no sus súbditos.
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Lo anterior, luego de que el legislador norteamericano por Louisiana afirmara que sin su país, México estaría tomando de una lata “comida para gatos”, en un patio trasero.
Dichas descalificaciones, subrayó él también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, no tienen utilidad alguna para dar respuesta a la actual crisis migratoria y el combate al tráfico de drogas.
Expresó que la situación requiere atención mutua, gestión internacional y colaboración eficiente, no de “palabrerías, insultos y falta de argumentos”.
Discursos racistas
Monreal Ávila indicó que las expresiones de odio y racismo de algunos políticos norteamericanos que se rehúsan a aceptar la contribución social, económica, cultural y laboral de millones de inmigrantes, están “ancladas en el pasado, que tiene que ver con una arraigada política intervencionista y expansionista por parte de Estados Unidos y que en pleno siglo XXI siguen proponiendo ciertos personajes”.
Ante esas posiciones, abundó, es necesario fortalecer acuerdos, gestionar de manera adecuada el flujo migratorio, ser prudentes y sensatos para que sea la colaboración en el desarrollo de las fronteras y no los falsos debates los que prevalezcan.
El legislador mexicano insistió en que el radicalismo del senador Kennedy y otros políticos estadounidenses son la excepción, pero no deben minimizarse.
Tienen impacto en gran parte de la población en territorio norteamericano que rechaza a los migrantes y también a México, al culparlos de la crisis de inseguridad y salud originada en su propio país.
Los argumentos “xenofóbicos” del legislador republicano, sentenció el líder de la mayoría en el Senado “sólo pretenden sacar faja política-electorera para su causa” y sumar simpatizantes.
Pidió no olvidar que a esa tendencia se suman otros parlamentarios que en semanas anteriores propusieron formalmente que el Ejército de su país cruce a México para combatir a los grupos de crimen organizado en el territorio nacional.
También, las medidas migratorias impuestas por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que restringe el acceso a servicios sociales para migrantes en condición irregular; y las decisiones del gobernador de Texas, Greg Abbot, que se pronunció a favor de calificar como “delito grave” dar ayuda a migrantes, aunado a que ordenó el despliegue de helicópteros y más elementos de seguridad, para frenar los cruces de extranjeros en situación irregular.
Título 42
Monreal agregó que desde el Senado, se habían lanzado alertas sobre las consecuencias que tendría la llegada a su fin de la política migratoria llamada “Título 42”, lo cual generó una percepción equivocada entre los migrantes, respecto a que terminarían las restricciones para ingresar a Estados Unidos.
“Lo cual no es así, y la ruta migrante de quienes atraviesan México para intentar alcanzar el ‘sueño americano’ sigue representando un alto riesgo”, sentenció.